Crónica y fotos de MÄGO DE OZ en Zarautz – Gipuzkoa

Viernes 18 de Agosto de 2023 – Zarautz – Gipuzkoa

Aunque no está corroborado al cien por cien, se cree que fue en los astilleros de la villa de Zarautz donde se fabricó el navío “nao Victoria” gracias al esfuerzo de los trabajadores locales. Bien es sabido que dicho barco fue comandado por Juan Sebastián Elcano, natural de Getaria, localidad aledaña también en la provincia de Gipuzkoa. 500 años después, concretamente el pasado viernes 18 de Agosto, el mismo malecón de Zarautz se vistió de gala con un impresionante escenario ubicado a escasos centímetros del agua del mar, para albergar el navío pirata comandado por Txus Di Fellatio y sus bucaneros. Tocaba celebrar los 35 años de MÄGO DE OZ por todo lo alto, que al igual que Elcano, también le han pegado una buena vuelta al planeta. Y más de una también.

Puede que siempre diga lo mismo, pero este concierto tenía muchos ingredientes para no perdérselo. La expectación para mí (y seguro que en buena parte del público también) era máxima, y algunas preguntas rondaban mi cabeza ya en el camino hacia Zarautz: ¿Qué cantantes subirán hoy al escenario? ¿Qué setlist han preparado para este 35 aniversario? ¿Cómo sonará MÄGO DE OZ sin Patricia Tapia? ¿Y Salán, se habrá adaptado bien a esta nueva etapa? ¿Echaré de menos a Ramil a las teclas? Pronto iban a resolverse estas cuestiones, de manera paulatina, en las algo menos de dos horas que duró el espectáculo.

Con las primeras notas del prólogo del “Finisterra” (versión del año 2015), allí ya no cabía un alfiler. El puesto de merchandising, ubicado a la izquierda del escenario, se vió abordado por una horda infinita de corsarios, sedientos por hacerse con el mejor botín. Las primeras filas, aquellas que yo al menos alcanzaba a otear, estaban repletas de los filibusteros más mozos, que ya desde la media tarde guardaban sitio para no perder detalle. Alzando la vista, hasta la mismísima línea del horizonte, no se avistaba tierra alguna: Todo palmo de pavimento estaba cubierto por intrépidos piratas, con amplias sonrisas dibujadas en sus rostros y ganas de comenzar el saqueo.

El navío se presentaba un tanto más escueto que en giras anteriores, pero aún así manteniendo las dos alturas: En la popa, sobre una gran bruja policromada y sobresaliendo por encima de toda alma, el capitán Txus con su timón de doble bombo, encargado de saludar al respetable y ordenar la suelta de amarras. A su izquierda el espacio para los coristas Charly y Xana, que de vez en cuando se daban un garbeo por cubierta para interpretar temas como vocalistas principales, sobre todo Charly. Y a su derecha el nuevo fichaje, Francesco Antonelli, al mano de las teclas, que se mantuvo en un segundo plano durante toda la travesía, muy al estilo de sus predecesores.

En la parte baja encontramos a todos los mástiles: Salán, al que vimos disfrutar como un enano, Moha con su inseparable violín, Mainer y sus locuras, y Víctor de Andrés, que estaba un poco tocadillo con un trancazo de tres pares de narices, pero que supo disimular perfectamente hasta el punto de no percatarnos de ello hasta atracar en puerto y charlar con él brevemente.

Además por supuesto no podían faltar los vientos y el buen humor de Josema Pizarro, así como el virtuosismo del vocalista principal de la noche (primer misterio resuelto), que no fue otro que el gran Tete Novoa. Y es que a pesar de que MÄGO DE OZ ya cuenta con un cantante oficial que es Rafa Blas, aquella noche de Agosto éste no pudo acudir por tener que cumplir un compromiso profesional. Suponemos que todavía tiene cuentas pendientes con otros navíos en los que ha embarcado recientemente, pero debe ser cosa de pocas semanas, puesto que a partir de Octubre su dedicación será plena con MÄGO DE OZ.

El primer puerto al que llegamos fue una magistral interpretación de “Satania”, con un impecable sonido que fue la tónica general de toda la noche. El trabajo técnico de todo el staff de MÄGO DE OZ es sencillamente milimétrico, pero es que lo de Luismi (Sonak estudios) en el control de sonido roza lo perfecto, sin apenas fallos, con nitidez y potencia por igual.

Nuevamente debo deshacerme en halagos para el madrileño Tete Novoa, que con unos agudos absolutamente inconmensurables e imposibles, llevó el citado himno a cotas nunca antes exploradas. Sonó mejor que en el disco, señores, y mejor que cualquier otro cantante que yo haya visto en directo con MÄGO DE OZ .

Desde el primer minuto me llamó poderosamente la atención lo bien que estaba sonando todo. No entendía por qué, pero creí estar presenciando el mejor concierto de MÄGO DE OZ de toda mi vida, y francamente, quedé un poco desconcertado al principio. Mi apuesta es que el aporte de Jorge Salán a la guitarra tiene mucho que ver con ese sonido del que disfrutamos el viernes, pero creo que Víctor, Francesco y Xana tienen su parte de culpa también. De momento esto son solo elucubraciones; tendré que volver a embarcarme un par de veces más en esta gira para exponer mis conclusiones.

El segundo corte de la noche nos retrotrajo al siglo pasado, concretamente al año 1996. Tras un divertido show vocal de Tete, inició un espectacular berrido que pronto identificamos los más estudiosos del lugar. Este tema también sonó muy bien, pero quizás las partes rápidas se le atragantar un pelín a Tete, que suplió sus leves fallitos con agudos de campeonato. Musicalmente todo perfecto, pero lo de Jorge Salán es para no creérselo. ¿Cómo es posible que clave los solos del disco, pero que a su vez les imprima su propio sello de identidad? De verdad, digno de presenciar una vez en la vida.

Para dar descanso a su compañero, el tercer tema lo interpretó Charly López en exclusiva. Fue el encargado de darle calor a la canción “Hazme un sitio entre tu piel”. Nada fácil lo tiene este chico, de presencia arrebatadora, por aquello de las comparaciones. Salió al paso y cumplio bien, aunque no fuera su mejor interpretación de la noche, ya que su maestría fue de menos a más, alcanzando un buen rendimiento en la parte central y final del concierto. Eso sí, tiene tablas de sobra, y sabe conquistar al público fácilmente.

A estas alturas de la noche yo ya había desistido de hacer foso creativas, y tomé la decisión de intentar salvar los muebles: El excesivo humo, sumado a una inexistente iluminación frontal, hizo el trabajo desde el foso francamente complicada. Eso sí, creo que los fotógrafos fuimos los únicos afectados, puesto que en cuanto a espectáculo y bártulos visuales, funcionó a la perfección.

Con el tema “El que quiera entender que entienda”, tras un speech de Tete, salieron los dos vocalistas a escena para interpretarlo mano a mano. Una vez más, el grito inicial de Tete se salió de toda gráfica, y el violín de Moha brilló con luz propia. Por su parte Fernando Mainer, al que vimos como siempre disfrutando, hizo su magia con el bajo. Derrochando carisma como si tuviera una taza infinita repleta de él.

Fue en este punto donde Tete y Charly demostraron la buena relación que mantienen, llegando incluso a simular un romántico beso para reivindicar la libertad sexual de todas las personas.

Cuando el corte estaba a punto de acabar… ¡Hostias! Sorpresón inmenso que me llevé al ver a Txus interpretar una especie de solo de batería, para poner el broche de oro a este histórico tema. Hacía mucho, mucho tiempo, que no le veía hacer algo similar en directo. Además, no fue la única vez que lo hizo aquella noche. Y es que con el paso de los años y las nuevas giras, la participación de Txus en los directos se ha limitado a su instrumento y poco más. Personalmente echo de menos las gamberradas, los speeches, y los duetos vocales del pasado, aunque entiendo que todo debe evolucionar y que hay un tiempo para todo en la vida. Así que este nuevo recurso que sacó de la chistera el capitán Di Fellatio, fue todo un acierto a mi entender.

Uno de los momentos de la noche fue la interpretación del tema “La Dama del mar”, por parte de una espectacular Xana Lavey y su compañero Charly. Siendo honestos, al principio eché un poquito de menos a Patricia Tapia, pero joder, ¡Han sido un porrón de años!. No obstante, debo admitir que el trabajo que Xana está haciendo en MÄGO DE OZno puede ser puesto en duda a estas alturas, y que cada vez me gusta más en directo. En su día no me encajaba mucho, pero tengo que recular: Claramente está más que a la altura de la banda. El viernes me quedé absolutamente hipnotizado con su voz, que lució mejor que nunca en el siguiente tema: “Y ahora voy a salir”. Literalmente, Xana se comió el puto escenario, llenándolo ella solita y llevándose la ovación de la noche.

Tras unos pequeños coros disparados saltaron nuevamente Tete y Charly a interpretar “La posada de los muertos”. Cuando culminó, Charly hizo las veces de maestro de ceremonia para presentar a toda la banda, sin olvidarse de Rafa Blas que como él mismo dijo, “es el cantante de MÄGO DE OZ ”.

Antes de los bises, MÄGO DE OZ nos hizo dos obsequios de incalculable valor, que un servidor no esperaba encontrar aquella noche. Dos de los temas más difíciles de interpretar en directo: “Finisterra” y “Bandera Negra”. Casi media hora para interpretar tan solo estas dos composiciones, que sonaron impecables. Tete de nuevo acabando con agudos imposibles, Charly demostrando por qué Txus ha confiado en él, y Josema Pizarro destacando con sus gaitas, flautas y demás bártulos. Y de nuevo, destacando por encima de todos, el dios Jorge Salán dando una clase magistral de cómo coño se toca una guitarra (con permiso de Víctor, ojo, que no es manco tampoco precisamente).

Precisamente tras el descanso y una divertida negociación entre Di Fellatio y el público para ver cuántos bises iban a caer (el presidente concedió tres orejas finalmente), Jorge Salán llenó el solito el escenario con un solo de guitarra muy blusero, con algunos pasajes de música clásica y añadiendo su firma personal. ¡Qué manera de crear atmósferas! Qué jodido animal, de verdad.

La recta final estuvo compuesta por “Molinos de Viento”, “La costa del silencio” y “Fiesta Pagana”, como no podía ser de otro modo. Momentos antes de la última, Moha salía para agradecer al público su asistencia, y para señalar el insoportable calor que estaba haciendo por aquellos lares. “Yo pensaba que en el norte hacía frío”. Pues va a ser que no, ya que a la una de la madrugada allí había 30 grados a la sombra. Casi ná.

En resumen: Conciertazo, de los mejores que he visto de MÄGO DE OZ .

Me quedé con ganas de ver a Rafa, pero Tete, Xana y Charly se salieron del mapa. El sonido sencillamente increíble, y el regreso de Salán se confirma como una de las mejores noticias que la banda podía dar. Siempre es innegable echar de menos a los que se fueron, pero si los que vienen son capaces de alargar el legado de la banda de esta manera, bienvenidos serán siempre.

Atracado el barco ya por fín en puerto, todos corrimos a abrir los barriles de ron y refrescarnos el gaznate, que falta hacía. Dimos buena cuenta de todas las existencias de la bodega, y comenzamos a preparar nuestro siguiente asalto. ¡Ah del barco! ¡A sus puestos, grumetes!

Texto: Jon Rivas Delgado

Fotos: Maite Quintana y Jon Rivas Delgado

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