Crónica y fotos de WOLVES IN THE THRONE ROOM + INCANTATION + STYGIAN BOUGH en Madrid

 + INCANTATION + STYGIAN BOUGH

Domingo 30 de Octubre 2022 – Sala Mon – Madrid

Probablemente WOLVES IN THE THRONE ROOM era, junto a Gaahls Wyrd, uno de los conciertos más esperados por mi en los últimos meses. Tenía muchísimas ganas de ver de lo que eran capaces los americanos como cabezas de cartel, más después de ese bolazo que ofrecieron hace unos años (enero de 2019) como teloneros de Behemoth en La Riviera y con el cual nos dejaron a más de uno con la boca abierta. Desde ese bolo ya han pasado unos 3 años y los “lobos” regresaban con “Primordial Arcana”, un trabajo que personalmente me resulta exquisito, además, por si fuera poco, anunciaban a unos acompañantes de lujo como son los legendarios INCANTATION, a los cuales ya habíamos visto en verano en un concierto que, como dije hace unos meses, nos dejo con mal sabor de boca por problemas únicamente relacionados con las carencias de la sala donde se llevó a cabo y cuya crónica podéis leer en la web, y finalmente unos STYGIAN BOUGH formados por la unión de integrantes de Bell Witch y Aerial Ruin.

Los primeros en subir al escenario de la sala Mon fueron STYGIAN BOUGH un trío conformado por Erik Moggridge de Aerial Ruin a las vocales y la guitarra y Dylan Desmond y Jesse Shreibman de Bell Witch al bajo y la batería respectivamente. Los de Seattle contaron con unos cuarenta minutos para deleitar a los presentes con su denso y folky Funeral Doom. El tema escogido para dar comienzo fue “The Bastard Wind”, con el cual hipnotizaron a la audiencia con esas atmósferas asfixiantes cargadas de melancolía y oscuridad y esos tempos lentos y pesados tan característicos del género.

El trabajo del bajista Dylan Desmond fue simplemente sublime, vaya talento el de este señor, presente en todo momento con sus arreglos de bajo cuyo protagonismo dejaban en segundo plano a la guitarra, mientras las voces embrujantes de Erik Moggridge nos atrapaban en esa atmósferas tristes y pesadillezcas. Diecinueve minutos en los cuales Jesse Shreibman marcaba en el bombo de su batería esa pesadez asfixiante de unos STYGIAN BOUGH que supieron sonar muy bien a pesar del fallo en la voz de Jesse, al cual nunca pudimos escuchar.

El segundo y último tema de STYGIAN BOUGH fue “The Unbodied Air” una pútrida y asfixiante melodía de diecinueve minutos, cargada de sonidos disonantes y tempos de ultra tumba, adornada con alguna que otra hermosa melodía que por momentos permitía el paso de algún rayo de luz entre tanta oscuridad, muy buen directo de los americanos aunque para aquellos que no están tan acostumbrados a estas sonoridades de seguro se les pudo hacer un poco pesado.

Llegaba el turno de INCANTATION y la verdad es que no nos venía nada mal un poco de tralla después del trance en el que nos sumergió STYGIAN BOUGH con su denso Funeral Doom. “Carrion Prophecy” del álbum “Dirges of Elysium” de 2014 sería la encargada de dar inicio a una nueva demostración de dominio y poderío escénico por parte de John McEntee y sus legendarios INCANTATION , ahora si, las condiciones serían las apropiadas, y sin duda INCANTATION las aprovecharía, sonando demoledores desde el minuto uno.

“Sect of Vile Divinities” del 2021 se vería representada con la demoledora “Propitiation” dando paso al clásico “Demonic Incarnate” del álbum de 1994 “Mortal Throne of Nazarene”, y esto apenas comenzaba, “Ascend Into the Eternal” Nos mostraría la crudeza de esas guitarras corrosivas y violentas de unos INCANTATION en estado de gracias, aplastantes, y sin dar tregua nos golpeaban nuevamente con “Christening the Afterbirth” de “Onward to Golgotha”.

Los de New Jersey sabían que contaban con un tiempo ajustado y no pensaban desaprovecharlo, no había tiempo que perder y con “The Ibex Moon” John McEntee volvía a hacer gala de ese registro vocal de ultratumba, los agresivos riff de guitarra no daban tregua y así llegaría “Impending Diabolical Conquest” puro y duro Death Metal, “Siege Hive” sería la última ofrenda de unos INCANTATION que demostraron por que son leyendas vivas del género.

Como os he comentado en las primeras líneas, WOLVES IN THE THRONE ROOM era uno de los conciertos mas esperados para mí, los americanos se encuentran entre mis grupos favoritos dentro del género, ya que, han sabido conquistarme con una discografía bastante sólida y como mencioné anteriormente, la única vez que había tenido la oportunidad de verles lo habían bordado con un bolazo, así que las expectativas eran bastante altas, sabía de lo que eran capaces los de Seattle, sin embargo, esta vez me llevé una decepción.

No se me ocurre una mejor manera de comenzar, que con la maravillosa “Mountain Magick”, de su más reciente álbum “Primordial Arcana” con un escenario completamente cubierto de humo y luces rojas y las características ofrendas florales colgadas de los pies de los micros, al fondo podíamos ver a Aaron Weaver prácticante escondido detrás de un impresionante kit de batería y empezaban a escucharse las secuencias iniciales acompañadas de una batería que sonaba sencillamente aplastante.

Lamentablemente, fue lo único que sonó bien, la batería, ya que del resto las guitarras se perdían en una bola sonora poco entendible y la voz era apenas audible, incluso se podía ver en el primer tema a Nathan Weaver incómodo y acercándose a los laterales a pedir que bajaran el volumen de la batería en los monitores, no sé como sonaría la batería en los monitores de Nathan pero en la sala y en el sitio en el que me encontraba yo (al frente de Nathan en primera fila) las voces eran inexistentes y lo único que realmente se escuchaba bien era la batería. Una pena la verdad, aunque esto sería sólo una anécdota o simplemente un comienzo accidentado si el sonido hubiera remontado, más no fue así y “Spirit of Lightning” otro temazo del nuevo álbum, no hizo sino poner en evidencia los fallos de un directo que me dejó con muy mal sabor de boca, “Angrboda” del álbum “Thrice Woven”, sería la siguiente pero a estas alturas ya había perdido la esperanza de que la situación se revirtiera y por el contrario por momentos me costaba distinguir que estaba escuchando, y así llegaba otro temazo “Prayer of Transformation” del fantástico “Celestial Lineage” de 2011, cargado de hermosas atmósferas que pudo marcar uno de los puntos álgidos y que serviría de introducción a la intensa y fantástica “Vastness and Sorrow”.

Otro de los aspectos que al menos a mi no me agradó fueron los parones entre canción y canción, ya que de alguna manera me desconectaban un poco de la experiencia inmersiva en la que intentaba sumergirnos Nathan Weaver y los suyos, aunque también es cierto que nada me desconecto más de dicha experiencia que los fallos en el sonido. Con “I Will Lay Down My Bones Among the Rocks and Roots” llegaba uno de mis temas favoritos del setlist, con esa intro de guitarra acústica que pudimos escuchar esta vez si, nítidamente y que desembocaron en una vorágine sonora que descansa sobre unos preciosos y atmosféricos medios tiempos.

En definitiva, siento que pudimos haber presenciado un autentico bolazo, de los mejores del año si tomamos como referencia lo vivido en el 2019. Los temas escogidos por Wolves, a mi gusto, eran bastante acertados pero, lamentablemente,  descuidaron aspectos tan básicos como la calidad del sonido, consiguiendo que el público desconectara casi por completo de esa experiencia que debía ser un concierto de los WOLVES IN THE THRONE ROOM y de allí mi decepción, porque creo, honestamente, que los americanos tienen talento de sobra para ofrecer un bolazo pero, en esta oportunidad, estuvieron muy lejos de conseguirlo. Por suerte, INCANTATION estuvo allí, y de alguna manera salvó la noche con ese poderío tan característico de la legendaria banda de New Jersey, aun cuando en esta oportunidad no eran ellos los que debían cargar con ese peso.

Fotos y Texto: Alvaro Ochoa                           

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INCANTATION