Un año y medio después de la edición del fantástico «Aixa», ya tenemos disponible el disco que hace el número 16 de la mítica banda cordobesa. Después de tantos años es lógico que hayan pasado por muchas etapas, por distintas fases estilísticas, épocas de mayor o menor éxito, cambios de formaciones de todos los pelajes… pero los cordobeses siempre han sido fieles a una manera de hacer canciones, de expresar sentimientos y deseos positivos a través de sus letras y, sobre todo, de rendir tributo a la música de su tierra, ese rock andaluz que alcanzó con TRIANA su época de mayor esplendor. Cómo es lógico en una banda con tanto bagaje a sus espaldas, en este nuevo disco nada de eso ha cambiado y todo el disco es 100% MEDINA … aunque tiene un regustillo muy fuerte a los primeros tiempos del grupo, más sinfónicos, casi progresivos por momentos e, inevitablemente, menos guitarreros.
A nadie se le escapa que con «Sin tiempo» de 1992 comenzó una nueva etapa para la banda en la que han ganado muchísimo público a todos los niveles, tenido un éxito más que considerable y han convertido el nombre de MEDINA AZAHARA en una leyenda. Esto es todo un logro, por supuesto, pero también hace que en ocasiones hayan cedido quizás demasiado a propuestas más comerciales, con menos chicha roquera y más cercanas casi al pop tanto en música como en letras como ocurrió con discos, a mi modo de ver menores, como pueden ser «Tánger», «Árabe» o «Tierra de libertad». Este nuevo «La estación de los sueños» estaría a medio camino entre los primeros discos de la banda (con un estilo más cercano al rock andaluz más puro y sinfónico) y estos últimos un tanto más flojos y suaves a todos los niveles y por ello no me ha terminado de convencer en las primeras escuchas.
Una de las claves para opinar de este disco es que el teclista Manuel Ibáñez ahora sí es miembro oficial de la banda (en los últimos discos aparecía como músico colaborador) y esto se ha notado, y de qué manera, en el rumbo sónico que ha tomado este disco… y es que para que la música de MEDINA AZAHARA suene más o menos dura, lo más importante es que la guitarra de Paco Ventura sea protagonista o no. Lamentablemente, en este caso suena poco, bastante poquito… justo lo contrario del teclado de Manuel Ibáñez que es el máximo protagonista del disco junto con la característica voz de Manuel Martínez que, una vez más, vuelve a realizar un trabajo excelente dentro de su personal estilo. La verdad es que la impresión del disco mejora según pinchas el disco varias veces porque vas captando una serie de detalles melódicos, compositivos, un tipo de feeling muy característico que sólo poseen ciertas bandas… que de primeras se escapan, pero es cierto que sin que suene potente la guitarra de Paco, esto cambia completamente y se queda en un disco un tanto «moñas» y demasiado suave por momentos.
Por supuesto que el sonido es muy bueno, la interpretación de todos los músicos genial (en los últimos discos de MEDINA yo destaco siempre a Manuel Reyes que me parece que hace una labor perfecta a la batería, sobria y sin alardes pero 100% efectiva… y en este caso hay que destacar también, o como siempre, la exquisitez y la clase de Paco Ventura pese a todo lo dicho anteriormente) y la calidad de las canciones del disco indiscutible pero aquí falta algo, ese puntito de fuerza de discos como «Sin tiempo», «XX» o «Aixa» que les hacían subir ese peldaño para considerar a MEDINA como una banda de rock duro de manera rotunda.
Hablando ya de las canciones en concreto, tenemos que decir que «La estación de los sueños» se compone de 13 temas en los que tienen gran importancia los medios tiempos y baladas (como en todos los discos de los cordobeses) pero es que los temas más movidos no terminan de arrancar y se quedan un tanto a medio gas, cómo si les faltara que se levantara un poco el pie del acelerador para que terminaran de coger cuerpo… y es que si el teclado es protagonista, es imposible que el disco sea cañero. Bueno, menos palabrería y vamos al tema.
El disco comienza con una extensa intro orquestal llamada «Puente de la luz» (similar a la que abría su disco anterior) para dar paso a «Si tú no estás en él», un tema roquero y 100% Medina en la onda de temas tipo «Palabras de libertad» o «Hay un lugar» que quedará muy bien para empezar los conciertos de esta gira. Tras esto viene directamente un medio tiempo que corta de raíz el buen inicio del disco y ya nos pone a la defensiva por saber cuantos temas lentos contendrá el disco. A partir de aquí, efectivamente se alternan casi por partes iguales temas lentos con otros algo más movidos pero sin encontrar esas canciones guitarreras que son marca de la casa como «Junto a Lucía», «El vaivén del aire», «Favorita de un sultán» o «Algo nuevo» que le den otro aire indudablemente más roquero a los discos de MEDINA . De todos modos, el disco contiene buenos temas entre los que podemos destacar «Al diablo con el cielo» (quizás la más guitarrera del disco y que cuenta con un punto melódico, un estribillo muy pegadizo, y un ritmo muy bailón como principales atractivos), «Sólo soy un tonto» (bastante pegadizo pero con un punto roquero muy interesante), «Alcemos las manos» (este tema está hecho para cantar en directo, es muy comercial y facilón pero tendrá sus momentos en los conciertos por su punto hímnico y su estribillo en onda 100% Mago de Oz), «Tú llenas mi alma» (un medio tiempo que te va atrapando poco a poco pese a que es muy suavecito aunque al final se convierte en una de las mejores canciones del disco gracias a la melódica voz de Manuel, el ritmo pegadizo y el punto sinfónico que le queda de perlas a este tema), «Yo le canto al viento» (con diferencia el tema más «antiguo» del disco que va traer muchos recuerdos a los seguidores con más solera de la banda, rock andaluz en estado puro) o «Niña dime tú» (una preciosa balada, quizás algo edulcorada pese a todo, que me recuerda el tono melancólico de «Otoño» y que al final acaba enganchando y convirtiéndose en uno de los temas destacados del disco).
En definitiva, «La estación de los sueños» es un disco típico de MEDINA AZAHARA (con sus pros y sus contras habituales, entre ellos la portada que, una vez más, me parece muy sosa)… pero de esos en los que la caña brilla por su ausencia. Esto también tiene su puntito por momentos pero es que a veces tantas letras suaves, teclados protagonistas y comercialidad predominante, requiere de una guitarra potente y unos temas más cañeros para equilibrar la balanza y ofrecer un producto final que no corra el peligro de llevar pegatina de advertencia contra las sobredosis de almíbar. Eso sí, hace años que MEDINA están por encima de la línea entre el bien y el mal y esto impide que podamos calificar sus discos como malos pero, subjetivamente, este disco me ha dejado un tanto decepcionado, no os voy a engañar. La verdad es que MEDINA me seguirán gustando siempre pero prefiero la faceta roquera de discos como «En Al-Hakim», «Sin tiempo», «¿Dónde está la luz?», «XX» o «Aixa» al punto más meloso y comercial de otros trabajos… entre los que ya tenemos que incluir este «La estación de los sueños» para bien o para mal, esto ya va en gustos.
Track list:
- Puente de la luz
- Si tú no estás en él
- Lágrimas al mar
- Volver a nacer
- Al diablo con el cielo
- Niña dime tú
- Sólo soy un tonto
- El sabor de tu ausencia
- Sólo momentos
- Alcemos las manos
- Tú llenas mi alma
- ¿Dónde está el pecado?
- Yo le canto al viento
David Esquitino – david_esquitino@rafabasa.com
www.rafabasa.com y «Corsarios del metal»
(Domingo de 22:00 a 24:00 en Radio Enlace, 107.5 fm y www.radioenlace.org)
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