Critica del CD de DELALMA – DelAlma

DELALMA – DelAlma

 Discográfica: Maldito Records

En esta ocasión puntual, hemos optado por publicar dos reviews del álbum, primero por el interés que ha levantado el lanzamiento, y segundo porque nuestros redactores han sido los que lo han pedido. A continuación, podéis leer las opiniones de César Muela y Paco Sánchez.

Critica de César Muela:

Cuando escuché bien por primera vez “Cárcel de Cristal”, carta de presentación de DELALMA, sentí una tremenda ilusión y ganas por volver a escuchar cantar a Ramón Lage, que para mí es uno de los vocalistas con más personalidad y dotes interpretativas de nuestro rock. Luego vi el videoclip, una absoluta delicia, y me enganché hasta un punto casi enfermizo. Si Spotify fuera un disco, se habría rayado de tanto escuchar la canción: elegante, producción fresca y con pegada, unas melodías exquisitas… son varios los ingredientes que creo que lo explican.

Luego vino el segundo adelanto, “Mañana vuelve a oscurecer”. Me esperaba que siguiera el camino hard rock casi AOR de “Cárcel de Cristal”, pero en su lugar me encontré un pelotazo metalero con un Ramón desgarrador, unos riffs brutales y una base rítmica que despeina. Reconozco que su intro psicotrópica y oscura me echó para atrás al principio, pero creo que hasta este detalle define bien lo que propone esta banda y que, en mi opinión, tanta falta le hace a nuestra escena.

Me refiero a la personalidad, a tener un propósito que no sea seguir la senda que otros grupos ya han explorado antes. Este debut homónimo de DELALMA es precisamente eso, una banda sin moldes y que desde el primer segundo se atreve a buscar sonidos y texturas diferentes.

Claro que hay influencias, como “Acto de fe”, el corte que abre fuego y que tiene un estribillo que podría haber convivido con Las Ruinas del Edén de AVALANCH, pero esto es inevitable que pase y, más en este caso concreto, que tienes al que fue el ex- vocalista de una banda tan importante en español; vamos, que lo difícil sería no recordar ni un poquito a su trayectoria previa. Lo revelador del asunto, al menos para mí, es que la reminiscencia se queda en eso. Todo lo demás que ofrece la formación es una agradable y revitalizante sorpresa para el metal patrio.

Todas las ideas y composiciones han salido de la cabeza de Manuel Seoane, líder de la formación. Quizá sea más reconocido por su trabajo reciente junto a MÄGO DE OZ, pero hace ya más de diez años que muchos le descubrimos en BURNING KINGDOM, un proyecto de hard y glam rock que llegó a grabar un gran disco con Danny Vaughn de TYKETTO (podéis leer la crítica del álbum que Rafa escribió en su día). Manu ha crecido mucho como guitarrista desde entonces, pero lo que no sabíamos hasta ahora es cómo había evolucionado como compositor. La respuesta es muy pero que muy bien. De hecho, que DELALMA sorprenda es en gran medida por el trabajo musical que hay detrás de estas doce canciones. No es menor su labor a la guitarra, que es impecable en todos los cortes.

Pero Seoane no está solo. La labor del productor en cualquier proyecto es crucial, y Manuel Ramil, aparte de grabar los pianos y teclados, ha ejercido esta labor con un gran resultado en el álbum, que además se ha grabado en sus estudios de Ares (A Coruña), Tercera Planta. Todo suena con calidad y en su sitio, la dinámica es genial (las partes cañeras suenan con contundencia y las partes más tranquilas respiran) y los arreglos están hechos con gusto y ejecutados con mucho acierto. En la citada “Acto de fe”, por ejemplo, unos arreglos de teclado son para mí lo que hacen que la canción se te acabe pegando. Me arriesgaría a decir que es un arreglo de Ramil y de estos hay mucho a lo largo del disco.

Completan la formación Jesús Cámara de DEATH & LEGACY al bajo y Dave Lande de CELTIAN a la batería, que firman muy buenas interpretaciones y hacen un gran combo en la base rítmica de la banda.

¿Y qué tal Ramón? Estar diez años en barbecho y apartado casi por completo de la escena musical no debe ser fácil cuando te tienes que volver a poner detrás del micro otra vez. Afortunadamente, su regreso es en muy buena forma, aunque cambiada por los años, como es lógico. Siento la voz de Ramón más grave y robusta, y no solo mantiene esa rotura tan característica que tenía, sino que parece que le cuesta menos rasgar ahora. Me da la sensación que tiene que pelear para llegar a ciertas notas medio altas (algo patente en las estrofas de “Mañana vuelve a oscurecer”), pero pelea como un jabato para conseguirlas y vaya que las consigue (incluso hay alguna nota bastante alta por ahí muy bien defendida).

Su inconfundible timbre sigue ahí y su labor interpretativa es lo que más reluce de él en este disco con DELALMA . Si tuviera que resumirlo, sería diciendo que Ramón ofrece más matices que nunca. Y eso enriquece mucho todos los temas. Lo mismo escuchas a una voz de narrador que parece recién salida del averno en “Luz ni tiempo”, que te planta una cálida interpretación en la balada “La última noche”, en la que sin su toque no sería lo mismo.

Reseñaré las que, para mí, son varias de las canciones más destacadas y que mejor resumen la esencia de la banda, aparte de las que ya hemos comentado. Creo que “Ritual” es la puerta de entrada perfecta a su propuesta tras “Cárcel de Cristal”. Lo tiene todo para convertirse en un himno, con ese riff principal de guitarra y estribillo que me recuerdan al “Only for the Weak” de IN FLAMES, aunque la voz nada tiene que ver. Muy pegadiza, con una estructura muy sencilla que entra a la primera y una interpretación de Ramón soberbia.

“Renegar de ti” es otro temazo. Empieza con un muro sonoro muy contundente y se detiene cuando empiezan los versos de la voz, donde adquiere un toque que bebe de la electrónica minimalista. Poco a poco va ganando más fuerza y los arreglos hacen que el estribillo, muy power metal, resalte mucho.

Con sus más de diez minutos de duración “Luz ni tiempo” pone encima de la mesa muchos de las virtudes de DELALMA. El grupo torna aquí hacia un sonido más metalero, con un groove potente y un estribillo cristalino, que choca mucho con toda la oscuridad que envuelve al resto del tema. La parte narrada de Ramón es espectacular y sobrecogedora.

Por lo diferente y creativa creo que merece la pena destacar también “Quédate”, que clausura el álbum. Empieza con un latido y un precioso piano de Ramil, al que poco después se le unen las guitarras acústicas de Seoane. Ramón canta con el corazón en un puño y a mí me puso la piel de gallina la primera vez. Me sorprendieron mucho esos coros tan graves casi vikingos. Nunca me los habría esperado en una balada así.

En algo más de una hora, DELALMA dibuja un tapiz musical en el que hay mucha sorpresa y, sobre todo, variedad: AOR, hard rock, heavy, metal con tintes progresivos, baladas… Creo que una vez publiquen el álbum y puedan saber qué temas gustan más, tanto por las escuchas como por su recepción en los conciertos (previstos para marzo si no pasa nada), el grupo tendrá la opción de tomar nota para una próxima obra. Las más de 100.000 visualizaciones del vídeo de “Cárcel de cristal” en apenas dos meses demuestran que tienen un claro potencial para ir a más.

Y ojalá lo consigan porque su frescura, su buen hacer y su personalidad tan marcada hacen de este uno de los mejores lanzamientos que he escuchado en los últimos años en el metal nacional.

César Muela

Crítica de Paco Sánchez

DELALMA – DelAlma

La felicidad musical que sentí cuando hace unos meses saltó la noticia que revelaba la formación de DELALMA es complicada de explicar. Por suerte, tengo bastante claro que no será necesario intentarlo. Soy consciente, por fortuna, de lo que ha supuesto para muchos seguidores de nuestro mundillo el retorno a la escena de Ramón Lage, ex- cantante de los míticos AVALANCH en su (en mi personal y subjetiva opinión) mejor etapa. Tras muchos años en la oscuridad y sin aproximarse a los focos, el asturiano ha decidido sumarse definitivamente a la aventura música que Manuel Seoane ha estado gestando con mimo en los últimos tiempos, acompañado de Manuel Ramil, Jesús Cámara y Dave Lande. ¿El resultado de esto? Vamos a desgranarlo.

Lo primero que debo señalar es que estamos ante un álbum complicado de describir y reseñar, ya que transmite diferentes sensaciones y toma caminos distintos según el tema que pongamos en nuestro reproductor. Compositivamente no es tan ecléctico como algunas otras locuras bien entendidas que aparecen cada año, pero es cierto que no se cierra tampoco a probar distintos enfoques o subgéneros. Por ejemplo, va abrazando el metal de forma clara en uno o dos cortes, pero camina al mismo tiempo con paso firme por caminos llenos de rock melódico a medio tiempo, baladas, hard rock o rock moderno. Personalmente, tampoco creo que las etiquetas importen demasiado si el contenido es bueno, y el de DELALMA lo es. En cualquier caso, el oyente va a recordar bastantes grupos e influencias distintas durante la escucha. En mi opinión, todo en general suena muy actual, muy melódico y no demasiado clásico. Hay momentos donde inevitablemente la voz de Ramón nos va a llevar a sus trabajos pasados, pero en otros a mí me ha sorprendido muchísimo. Atención a su trabajo vocal, porque es tremendo. Ha enfrentado tesituras muy agudas y cañeras en algunos temas, además de aportar más matices que nunca en esos tonos medios y graves donde su feeling lleva deslumbrando desde “Los poetas han muerto”.

Del mismo modo, lo cierto es que he tenido que escuchar el disco varias veces para terminar de entenderlo y disfrutarlo al completo. Esto no es algo malo y pasa a menudo con muchos lanzamientos, pero lo cierto es que no lo esperaba tras el estreno de “Cárcel de cristal”. Luego hablaremos más sobre ella, pero fue una canción que me atrapó de una manera tan instantánea que llegué a esperar un CD repleto de singles directos y de fácil digestión. No es el caso, y la realidad es que algunos temas necesitan un poco de atención. Concretamente, en mi caso la tercera escucha fue la diferencial. A nivel de mezclas me ha convencido, con un sonido actual y ecualizado sin que nada tape a nada. Eso sí, hay un par de temas y algunos momentos sueltos donde han decidido colocar la voz en un plano algo llamativo para mi gusto. Esto es una opinión absolutamente personal, pero soy más de la escuela de los discos donde lo vocal no resalta tanto.

Musicalmente, el trabajo está lleno de arreglos creados con un buen gusto brutal. Especialmente me han atrapado las melodías y los riffs de Seoane, algo que tiene bastante sentido al ser el gallego el alma mater compositivamente hablando. Durante el álbum sus guitarras van desde los solos virtuosos hasta arreglos acústicos y limpios muy originales. No estaba muy al tanto de esta faceta de Manuel, y la verdad es que he quedado gratamente sorprendido. Del mismo modo, la base rítmica tiene momentos de mucho protagonismo y un sonido brutal. Ramil, por su parte, me ha dado la sensación de estar un poco más comedido que en algunos de sus otros proyectos, como ADVENTUS o AVALANCH. Tiene primeros planos, pero en general su trabajo está algo más escondido y centrado en funcionar y dar a cada corte lo que necesita. Os animo a prestarle atención.

Vamos ya a la materia prima con “Acto de fe”, primer corte de “Delalma” y uno de los más cañeros de todo el CD. Me encanta que lo hayan elegido para abrir, con un riff endiablado de teclado y unas guitarras afiladas que poco a poco toman el control de la situación. Lo musical es bastante potente, muy metalero e incluso power por algunos pocos segundos. Sin embargo, la voz de Ramón ayuda a convertir el tema en algo más melódico. Es de esas canciones donde escucho al Lage de mi adolescencia, con feeling y aportando todo en un estribillo pegadizo como él solo y repleto de pequeños colchones en forma de arreglos que merece la pena escuchar. Hay muchísimas guitarras aquí, a cada cuál mejor que la anterior.

En “Renegar de ti” nos da la bienvenida un teclado moderno, acompañado de golpes de bajo muy chulos. Pronto todo esto torna en un riff magnífico de seis cuerdas, de esos que te hace mover la cabeza inmediatamente. El tema es muy pesado, muy actual, tanto en producción como en motivos. No me recuerda a nadie especialmente para establecer una comparación. El pre-coro es casi tan bueno como el estribillo, un tanto extraño y menos comercial que el anterior, pero que ha terminado funcionando. Mas efectivo en todos los sentidos es el segundo single del trabajo, “Mañana vuelve a oscurecer”. Estamos ante la canción más rápida del álbum, un temazo con unos riffs de guitarra potentísimos y un Ramón que canta en su registro más potente y con más garra. Tiene elementos de canciones como “Lágrimas Negras”. Me encanta la letra, por cierto. En general, casi todas las líricas del CD están cuidadas, alrededor de una historia que sin libreto y narrativa solo se alcanza a esbozar, pero con muy buena pinta.

Los medios tiempos rockeros van llegando con “Ritual”, una de esas canciones que solo necesitan una escucha para ser apreciadas. He de decir que no es de mis dos o tres favoritas, pero pienso que tiene bastante potencial para gustar y ser de las predilectas de muchísimo público. Me gusta mucho el puente, que da paso a un estribillo sencillo pero eficaz. Tras esta pista llega el turno de mi momento favorito del disco: “Aún siento estar allí”. Se trata de una canción que tiene todo lo que me gusta de DELALMA , y que me aporta algo que no encuentro actualmente en casi ningún grupo de la escena. Me encanta el arreglo completo de guitarras y su sonido, muy rockero y limpio, rellenando unas estrofas muy curiosas a nivel rítmico y cantadas por el Ramón más cálido. Al mismo tiempo, hay interludios donde el asunto se torna más potente y tétrico, siendo todo cohesionado por un estribillo que te atrapa y nunca te suelta. El final de la segunda estrofa donde Lage grita “¡De mi mismo soy rehén!” me parece maravilloso. Las melodías armonizadas de guitarra también son geniales. Qué gran canción.

“Pido a dios” es una transición instrumental de piano muy bonita, que da paso a “La última noche”, balada de “Delalma” y otro de los temas con más personalidad y gusto. Hacía mucho tiempo que no escuchaba una canción de este rollo, me ha sorprendido por su enfoque y su estructura. Comienza con una voz muy melódica, acompañada de guitaras eléctricas sin distorsión que pronto estallan en una especie de “power ballad”. Sin embargo, no es típica en ningún momento y siempre tiene algo para sorprender. Una parte nueva, un riff distinto. Confía mucho en sí misma y en la calidad de sus estrofas, retrasando la entrada del estribillo a pesar de ser muy bueno. Eso sí, cuando llega, llega de verdad. Lo vais a cantar, seguro.

Luz ni tiempo aparece de repente para llenar 10 minutos de viaje musical por todos los terrenos de DELALMA . El comienzo me ha recordado mucho a los AVALANCH de “El secreto”, muy ambiental de primeras y con un riff heavy de calidad. Como podemos imaginar nada más ver la duración, el corte está lleno de partes distintas. Es de lo más power y clásico del disco, con partes instrumentales y algunos fragmentos ambientales rellenados con voces de niños y momentos narrativos casi guturales. Si alguien echa especialmente de menos el trabajo previo de Lage, probablemente esta es la pista que le recomendaría de primeras. “Y ahora qué” es de esos temas que necesitan algo más que una oportunidad. Es de las canciones menos comerciales del álbum, no tiene un estribillo claro (ojalá se abusara más veces de una de las partes, porque es genial) ni repite melodías excesivamente. Se trata de un medio tiempo muy íntimo y particular donde todo va enfocado a la voz de Ramón. Va creciendo poco a poco, hasta un final muy épico, grande y emotivo, lleno de orquestaciones. La verdad es que es de mis predilectas a pesar de todo esto, tiene algo particular difícil de describir. Por cierto, hay un solo melódico de Seoane magnífico.

Llega el turno de analizar dos adelantos que ya todo el mundo conoce, empezando por “El Mirlo”. Quizás este sea el tema que mejor define a DELALMA, pues tiene un poco de todo lo que encontramos en el álbum. Es hard rockero, con un riff potente y machacón, bien acompañado de la batería. Me ha encantado la línea vocal de las estrofas y un coro efectivo que siempre cambia alguna melodía. Aún así, tengo que ponerlo algo por detrás de “Cárcel de Cristal”. Como ya he comentado, esta canción me ha acompañado en los últimos meses casi diariamente y me parece de un nivel excelso. Me encanta este tipo de rock melódico, y desde la melodía inicial de Seoane hasta ese estribillo perfecto todo funciona de mil maravillas. De verdad, a nivel nacional no he escuchado en los últimos años muchos cortes tan redondos. Personalmente, no hubiera hecho ascos a más temas de esta factura ultra melódica y sencilla en el disco. Los dos o tres que hay están en mi top.

El final llega con “Quedate”, otra composición particular, pero llena de clase. El piano inicial es precioso, acompañado de ligeros “pizzicatos”. En este caso, es la guitarra acústica la que se une a la mezcla, aportando un toque novedoso. Qué bien canta Ramón sobre este colchón, creo que es donde más emociona de todo el disco. En este caso, también hay voces corales muy curiosas., que se van alternando con la principal. Para el segundo estribillo ya acompaña toda la banda, que entra durante un tiempo para volver a desaparecer en el último minuto, dejando en alto las ganas de volver a escuchar el primer tema del disco una vez más.

Creo que estamos ya ante uno de los discos nacionales que al final de este 2023 que solo empieza van a comandar varios tops de favoritos, sin ninguna duda. DELALMA ha conseguido atraparme como preveía, con un primer disco particular, personal y lleno de buenas canciones. Aunque no lo considero una matrícula de honor, debido a algún tema que no termina de convencerme del todo y a pequeños defectillos que ya he comentado, el sobresaliente sí se lo lleva. Espero de verdad que esta aventura dure muchísimo y que tengamos muchos más temas para disfrutar en el futuro. Volver a tener a Lage en esta forma ya es por sí solo un motivo de escucha, pero la realidad es que todo lo demás ralla a un nivel muy alto y forma un producto estupendo. Escucha obligada.

Paco Sánchez

Lista de Temas:

1. Acto de Fe
2. Renegar de Ti
3. Mañana Vuelve a Oscurecer
4. Ritual
5. Y Aún Siento Estar Allí
6. Pido a Dios
7. La Última Noche
8. Luz ni Tiempo
9. ¿Y Ahora Qué?
10. El Mirlo
11. Cárcel de Cristal
12. Quédate