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Crónica y fotos de ROGER WATERS en Madrid

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ROGER WATERS Us + Them Tour

Jueves 24 de Mayo de 2018 – WiZink Center – Madrid

Hay eventos que trascienden lo meramente musical, más allá de un estilo o autor. Hay tardes que, más que ir a ver un concierto, vas a vivir un acontecimiento cultural. Porque hay artistas cuya obra ha trascendido hasta llegar más allá de donde la mayoría de los mortales tocados por la gracia del talento pueden alcanzar. Sus creaciones son todo un icono atemporal. Y cuando uno asiste a algo así, pese a llevar cientos de conciertos a sus espaldas durante más de veinticinco años, no puede evitar permanecer en un permanente estado de shock, recordando y recreando en la mente cada minuto, cada sonido, cada imagen…

Pese a sus setenta y cuatro años, Roger Waters continúa con ese espíritu inquieto que ha hecho de él uno de los iconos de la historia del rock. Más allá de apoltronarse como si fuera una estrella -que lo es- todavía lo da todo, ideando cada gira, detalle y realizando un despliegue de medios sólo al alcance de muy pocos. El que fuera ideólogo, principal compositor y componente, junto a David Gilmour, Nick Mason y Richard Wright de los inmortales PINK FLOYD, se mantiene en un excelente estado de forma, tanto física, como mental, como vocal.

Como no podía ser de otra manera, todos los músicos que acompañan a Waters en la gira denominada “Us + Them Tour” son de primerísimo orden. Además, el jefe permitió que todos y cada uno de ellos tuvieran su parcela de lucimiento, incluso cediendo el protagonismo, como era el caso de Johathan Wilson, guitarrista y vocalista que tomaba las riendas de las voces principales en la mayoría de las ocasiones, haciendo y calcando las partes que David Gilmour registrara en los discos de estudio. Dave Kilminsters fue la perfecta contrapartida también con las guitarras, voces y talk box, así como Jon Carin, con sus teclados, hammond y el lap steel guitar. ¡Una pasada! ¡Y qué decir de Jess Wolfe y Holly Laessig a los coros y percusiones! Con sus pelucas rubias, elegantísimas con sus vestidos de noche, cantando como los ángeles, hipnotizándonos con sus sencillas coreografías. Se llevaron una de las más grandes ovaciones de toda la velada y por derecho propio ya que conquistaron los corazones madrileños.

Veinte minutos de introducción amenizaron la espera mientras las luces del WiZink Center se iban apagando poco a poco, justo a la vez que los elementos de la imagen que veíamos en la impresionantemente grande pantalla al fondo del escenario iban cobrando vida. Dentro de la susodicha, una persona sentada en lo alto de una pequeña duna, de espaldas a nosotros, mirando al mar, nos daba la extraña bienvenida. Al rato, el cielo se iba tornando rojo, caía la tarde y poco a poco la noche mientras las luces del recinto se atenuaban, hasta el momento de ver salir a la banda en bloque, ocupando sus posiciones.

“Breathe” nos dejó a todos alucinados, ya desde inicio con un sonido impoluto, donde los elementos llegaban desde varios lugares del recinto -Waters sigue deleitando al mundo con su sonido cuadrafónico que tan famoso hizo a PINK FLOYD- aunque no menos que la atmosférica “One of These Days” tocada a dos bajos, donde cada uno de los instrumentos se distinguía con una claridad cristalina. “Time” nos sacaría del paroxismo, rompería el embeleso con los despertadores que la iniciaban, sólo para llevarnos al cielo gracias a la interpretación de Holly y Jess cantando la parte soul de “The Great Gig in the Sky” en la que nos dejaron encantados, llegando a hasta las notas más insospechadamente altas con total facilidad, tomando las posiciones más adelantadas el escenario, con total protagonismo y garra.

El montaje visual de las pantallas fue increíble en “Welcome to the Machine”, donde unas ratas corrían a lo largo y ancho de una estructura metálica que más tarde se parecía la chimenea de una fábrica.

Llegó el momento para hacer un pequeño repaso a su último disco de estudio, “Is This the Life We Really Want?”. Waters tomaría la guitarra acústica para entonar “Déjà Vu”. Me encantó la simbología en las imágenes de “The Last Refugee”, mostrando la historia de una bailarina folclórica viviendo en un edificio ruinoso. “Picture That” le quedó de lujo, de hecho me parece la mejor del álbum.

Vuelta para los temas de PINK FLYD, con un precioso y sentido “Wish You Were Here” enorme, mostrando a Waters y los miembros de su banda en la pantalla entre dos manos (aquellas que lucían en los carteles del concierto) que no terminaban por juntarse.

A continuación, uno de los momentos estelares del concierto. Mientras iban introduciendo los pasajes de “The Happiest Days of our Lives”, diecisiete niños ataviados en monos naranjas y capuchas que cubrían sus cabezas, iban tomando posiciones al frente del escenario, con Jess y Holly a ambos lados de la simpar filas. A continuación la segunda y tercera parte de “Another Brick in the Wall”, con todo el WiZink a una, siendo una voz al unísono y los niños dejando caer sus monos para mostrar camisetas con la palabra “RESIST”. ¡Una maravilla!

Tras ello, Roger anunciaría un receso de veinte minutos para tomar un descanso y, a colación de la palabra “RESIST”, mostrar una serie de mensajes en la pantalla pidiéndonos que resistiéramos a factores como las redes sociales o la opresión al pueblo palestino con continuas referencias a George Orwell.

Y si la hora inicial parecía insuperable, nada más volver al escenario, Waters nos sacaría de nuestro error ya que, ante nuestros incrédulos ojos, se desplegaba cuan largo es el recinto del WiZink Center, la Central Eléctrica de Battersea, con sus paredes, ventanales y chimeneas exhalando humo, tal y como ésta aparece en la portada del disco “Animals”. En realidad, se trataba de varias pantallas extensibles con proyectores a izquierda y derecha, que formaban un rectángulo a lo largo de la pista del recinto. ¡Una pasada!

De esta guisa, sonaría “Dogs” a la vez que las nuevas pantallas mostraban Battersea flotando en perspectiva desde el espacio exterior, alternado con imágenes del escenario.

Terminan “Dogs” y los músicos, con caretas de animales en una nueva referencia a Orwell y su clásico “Animal Farm”, brindan con champán. Waters, con su máscara de cerdo muestra un cartel indicando “Pigs rule the world” (“los cerdos mandan en el mundo”), para, una vez habiendo alzado su copa hacia el respetable y desvelado su rostro de nuevo, sacar otro con la proclama “fuck the pigs” (“que se jodan los cerdos”). Tras esto, la interpretación sublime, mágica, hipnótica de un “Pigs (Three Different Ones)” con un cerdo hinchable manejado por dron dando la vuelta al Wizink, bordeando las pantallas que conformaban el edificio de la Central Eléctrica, con referentes referencias a Donald Trump, caricaturizándolo y mostrando su rostro travestido cada vez que gritábamos la palabra “charade” para finalizar con un rotundo “Trump es un cerdo”, en español.

El tintineo de monedas y sonido de cajas registradores anunciaban el clásico “Money” que haría las delicias de todos y cada uno de nosotros. Con “Us and Them” me quedo con el electrizante solo de saxofón, cortesía de Ian Ritchie, mientras que ya con “Brain Damage” llegaría otro de los momentos estelares que no sería otro que la creación de una pirámide de luz hecha con rayos láser a lo largo y ancho del foso, ocupando una tercera parte de la pista. Al poco, un haz de luz lo atravesaría para desplegar los colores del espectro lumínico, emulando la portada del “The Dark Side of the Moon”.

¡Y qué decir de ese gran final con el inmortal “Comfortably Numb”! Todo el auditorio cantando con Waters recorriendo el escenario de uno al otro lado arengándonos, pidiendo nuestra colaboración, reclamando nuestra voz, mientras las manos de la pantalla se iban acercando cada vez más hasta unirse y sobrevolar juntas varias partes del planeta. Y en consonancia, el artista bajando al foso para chocar manos con las primeras filas.

En definitiva, uno de los mayores espectáculos de rock que se pueden ver ahora mismo. Tres horas -con el receso de veinte minutos- de gozo auditivo, visual y emocional.

Texto: J. José JiménezJ_Jose_Jimenez@RafaBasa.comTwitter.com

Fotos: WiZink Center/ Víctor Frutos

Para ver las fotos a mayor tamaño, pinchar sobre ellas.

 

 

 

 

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3 COMENTARIOS

  1. Aunque con cuentagotas, los artículos sobre prog rock van llegando a rafa basa punto com. Ya hicisteis en su día el de Steven Wilson, con su concierto en Madrid. ESperemos que la cosa se anime y se hagan más reseñas de progresivo en esta péich. Un saluti a tuti y tónica per tuti.

  2. Estuve en el concierto del viernes y fue espectacular. No se si el día anterior fue igual pero antes de presentar los dos últimos temas vi a un Roger Waters realmente emocionado por la ovación que le dimos en el pabellón. En ningún momento me pareció fingir

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