Sábado 17 de Febrero de 2018 – Sala La Riviera – Madrid
Tras su exitoso concierto de hace dos años en la sala Joy Eslava, ÑU volvían a la capital esta vez para celebrar por todo lo alto su carrera en un recinto más grande. Las entradas para la sala La Riviera llevaban agotadas unos 10 días y el local presentaba un ambiente fantástico para la fiesta que nos habían preparado José Carlos Molina y sus ÑU.
Poco más tarde de las 20:30 salía la banda al escenario y tras la consabida introducción comenzaban con una apertura curiosa protagonizada por “Tú serás su juez” y “Los caballeros de hierro”, dos canciones que prepararon perfectamente el terreno para que la fiesta se desatara con el clásico “No hay ningún loco” y con el siguiente tema, “La granja del loco”.
El sonido se había asentado y el grupo sonaba compacto, limpio y definido, arropado por una sala que estaba al 100% con el cantante y ÑU. A pesar de ser José Carlos Molina el líder indiscutible, la banda no estaba ni mucho menos en un segundo plano con un Vesko Kountchev a la viola que animó mucho a lo largo de todo el concierto, y los guitarristas Manolo Arias y Luis Calzada que demostraron su gran nivel durante toda la actuación.
La fiesta siguió con el tema que daba título a su disco de 2011” Viejos himnos para nuevos guerreros”, una canción que calmó un poco los ánimos pero que en ningún momento desmereció la actuación, la cual recuperó el tono con “Los ojos de la zíngara” y “Cruz de hierro”.
Tras una soberbia versión de “Preparan” Molina se colgó la acústica para realizar una emotiva versión de “Tocaba correr”, un tema grande y significativo donde los haya que brilló con luz propia cantado por toda la sala y sirviendo de interludio para el evento. “Vampiro y amante” dio pasó a los invitados, siendo el primero en salir Julio Castejón de ASFALTO para acompañar a la banda en “Manicomio”, un tema que también fue muy celebrado por la concurrencia.
Tras Castejón salieron al escenario el antiguo guitarrista del grupo Jerónimo Ramiro y el compañero de éste en SARATOGA Tete Novoa, quienes interpretaron dos versiones muy heavies de “Fuego”, -con Álvaro Tenorio (HAMLET) al bajo-, y “El hombre de fuego”. El siguiente turno fue parael ex-ÑU Carlos Kakutani a la guitarra para tocar “Imperio de paletos”, una canción que me gusta mucho pero que en esta ocasión sonó un poco lenta y descafeinada. Hasta el propio Molina gritó en un momento del tema “esta canción es una mierda”.
“Trovador de ciudad” y el clásico “Ella” cantado junto a Cristina Lubián, corista en el concierto junto a Eva Reina, fueron el segundo interludio que sirvió para encarar la recta final del concierto que se inició con “La bailarina” para seguir sin descanso hasta el final con “A Golpe de látigo”, la tremenda “Sé quien”, las coreadas “El tren” y “El flautista” y por supuesto “Más duro que nunca”.
No quiero dejarme en el tintero una sorprendente versión de “La galería” con José Carlos Molina al piano de cola, y el final de la actuación que se cerró por todo lo alto con “La copa” cantada por todos los invitados en el escenario.
Una auténtica comunión fue lo que se vivió el pasado sábado en la sala La Riviera con un público entregado, una banda muy bien engrasada y un Molina contento y agradecido. Huelga decir que me faltaron temas, pero estoy seguro de que con una carrera tan extensa todos los allí presentes echaron de menos alguna canción.
Es una pena que este gran músico que es José Carlos Molina no haya recibido nunca el reconocimiento que se merece, pero supongo que no está hecha la miel para la boca del asno. Nos veremos en la próxima seguro.
Texto: Antonio Cerezuela
Fotos: Manu Arcas
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Conciertazo en toda regla al que la única pega que sacaría es que no tocaran 3 horas.
Conciertos de bandas españolas que suenen a este nivel no es demasiado frecuente. Hace pocos días he visto a Accept y a Steven Wilson y el sonido de Ñu no desmereció en absoluto. Quizás un poco más alta la voz del Molina no hubiera estado mal en algunos momentos.
Y del Molina que decir. Me tiraría horas analizando su carrera y su personalidad como músico y como leyenda viva del rock español: un 10 y que conste que a lo largo de los 30años que le he visto que han sido muchas en alguna ocasión he pensado que se ha pasado con algún comentario o alguna reacción, pero es que es un genio y los genios son así.
El show que montaron fue para mi histórico y el ambiente que sentí ese día fue fuera de lo común.
En el Roctiembre fueron para mi los triunfadores absolutos y aquí ya me han confirmado el tremendo estado de forma que tienen.
La selección de temas no defraudó al público pero es que Ñu para mi tienen temas menos populares que son aún mejores que los que tocaron pero lo entiendo.
La parte de invitados estuvo muy bien y al igual que en el concierto similar que dieron Asfalto convirtieron la actuación en una fiesta.
Y por favor Molina y Castejón si me estáis leyendo os pediría que os juntarais más a menudo porque la magia que creáis juntos (y tan dispares) es brutal!!
Este concierto creo que hubiera merecido una crítica algo más extensa y pormenorizada pero en general estoy de acuerdo con Cerezuela.
Haré todo lo que pueda para ir a verlos a Arganda del Rey. Grandes Ñu, ojalá en 2018 alcancéis ese reconocimiento de banda grande que se os ha negado.