+ BAPHOMET
Sábado 22 de Septiembre de 2012 – Sala Explosivo – Zaragoza
Duro es capear con los tiempos que corren en una Zaragoza, con las fiestas patronales del Pilar llamando a la puerta, algo que se notó sobremanera en la escasa afluencia de público en una sala que por primera vez albergaba un concierto de estas características, antiguamente llamada SARATOGA, con nueva gente y nuevos proyectos alrededor de la misma, podrían haber retocado aunque fuera el letrero anunciador de la sala, la cual mantenía el antiguo, lo cual creó cierta confusión entre los más despistados. Una sala que anteriormente se dedicaba a la farándula más casposa, albergando las dicharacheras aventuras de fin de semana de las gentes más avanzadas de edad, aquellas que tenían a la Norma Duval como máxima expresión, y que parecía fuera a salir en cualquier momento viendo la decoración del interior.
Por lo demás, creo que es una sala que se debería explotar mucho más en esta ciudad, totalmente diáfana, sin columnas por el medio que obstaculicen la visión, y con un aforo más que considerable para realizar eventos más que interesantes.
Con esto que algo por encima del horario previsto salía a escena, los desconocidos para mi hasta la fecha BAPHOMET, banda que me dejó con una muy buena sensación, con una propuesta de lo más original, batiendo su sonido entre el progresivo y las atmósferas más oscuras, como si músicos de DREAM THEATER, BLACK SABBATH y PINK FLOYD se hicieran una jam acompañados de un vocalista delirante, como es el caso de Jhonny, todo un frontman, de lo mejorcito que he visto en los últimos años, un tipo que se cree lo que está haciendo, que así lo retransmite a la gente, y que no tardó en metérsenos a todos en el bolsillo.
Con este concierto decían cerrar la gira de su único disco hasta la fecha, ese del que extrajeron todos los temas que pudimos escuchar esta noche, temas que cayeron de forma contundente, pese a lo enrevesado de su estructura, siendo así bien recibidos títulos como Malograda Depresión, Rabia, Ciudad de Nunca Jamás, Metamorphosis con la que consiguieron la colaboración del público, pese al desconocimiento del tema, y Baphomet el tema que da nombre a la banda y con el que concluyó un show de algo más de cuarenta minutos, que nos hizo pasar un buen rato. Ahora solo nos cabe esperar volver a verlos con los temas aprendidos, que seguro se exprime mucho mas la esencia de estos BAPHOMET, que tras lo visto y escuchado, puedo asegurarte que es mucha la que tienen.
Tras los cambios pertinentes en el backline, saltaban a escena los italianos ELVENKING, y apenas llevábamos un par de minutos del inicial Trows Kind, podíamos apreciar que estábamos ante algo totalmente diferente, y no lo digo por las diferencias habidas con respecto al género de una y otra banda, la una oscura y pesada, y la otra radiante de luz y temas festivos que incitan a moverte de forma constante. Como de la noche al día en respecto a sonido, si los desconocidos BAPHOMET se pudo disfrutar pese al desconocimiento de su repertorio, lo de los italianos fue todo lo contrario, tuvimos que sufrir un sonido penoso, que se libró precisamente porque la mayoría de los presentes sí conocían las canciones que venían a escuchar esta noche. Fallos en diversos canales de guitarra en la nueva I Am The Monster e incluso de micros en Runrader se fueron sufragando con el transcurso del evento. Pero el altísimo volumen que se disparaba hacía que no se pudiera disfrutar correctamente de clásicos de la banda como The Silk Dilemma, que pese a todo, la gente bailó y coreó, al igual que con el tema single del nuevo disco The Loser que ya todos conocíamos y convirtió la sala en una fiesta, pocos temas se pudieron escuchar de su último disco, el que para mí es el mejor que han firmado hasta la fecha, y tras los mencionados apenas sonaron otros dos como Walking Dead y Poor Little Baroness, dejándose fuera otros como We, Animals, el más festivo y animoso de su nueva obra y que debería ser carne de directo.
Pero lo mencionado no quita para que el repertorio escupido fuera de lo suficientemente atractivo, pues allí sonaron otras buenas composiciones de grandilocuentes coros como Pagan Purity, Neverending Nights, The Divided Heart o Your Heroes Are Dead, rebosantes todas éstas de esa esencia folk que impregna el violín de Lethien, uno de los mejores del show a pesar del semblante serio que se gastó en todo momento.
Con Winter Wake nos despedían, y tras el coreo de rigor por parte de los presentes, sin salir del escenario cayeron Not My Final Song y The Wanderer con las que ahora sí finiquitaron una actuación buena en actitud y muy mejorable en lo que ha sonido se refiere, algo que espero que se solvente en próximos eventos, pues la sala esta tiene un gran potencial para realizar cosas de lo más interesantes.
Texto y fotos: Jose Antonio Armero
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