Tras un parón de casi 4 años (recordemos que su anterior trabajo, “Desterrado entre sueños”, salió a mediados de 2006) y atravesando un importante cambio en su formación como es la salida del guitarrista Paco Moreno, que llevaba en la banda desde el principio, aquí están de nuevo los madrileño/abulenses presentándonos el que ya es su quinto trabajo, “El rincón de los deseos”. Comentar al respecto, por cierto, que han incorporado al guitarrista Iñigo Zubizarreta (que actualmente está con SOZIEDAD ALKOHOLICA y ha tocado también con los zaragozanos TAKO) como segundo guitarrista, especialmente para los directos, aunque ya ha participado en este disco.
Entrando al 100% en el disco, desde una portada un tanto más sobria, preciosista y elegante ya podemos vislumbrar ciertos cambios, que a su vez se materializan sin duda una vez que pinchamos el CD y escuchamos los 11 temas que lo conforman. De hecho, supongo que lo primero es comentar que sin duda mantienen la evolución más melódica que ya apuntaban en el álbum anterior. Aunque, como los eufemismos no me terminan de convencer, lo cierto es que estamos sin duda ante el disco más hardroquero de la banda hasta la fecha, dejando bastante atrás el heavy/folk metal con el que comenzaron (y que practicaron sobre todo en sus tres primeros trabajos), y las comparaciones con grupos como BADANA, ÑU y sobre todo MÄGO DE OZ, bandas con las que a día de hoy no tienen mucho que ver, por mucho que ARS AMANDI mantenga como es lógico ese toque marca de la casa que aporta el pito castellano y dulzaina que son santo y seña del grupo (aunque cada vez tenga menos influencia y presencia en el sonido del grupo y aparezca más como adorno puntual que como base de algunos temas como antaño). Eso sí, las melodías, las letras con chicha y la voz de Dani se mantienen obviamente como puntales del estilo de la banda, por mucho que ahora mande el hard rock y que la propuesta sea más suave que otras veces.
Aunque la palabra “comercial” asuste cuando se hable de rock, sería estúpido no decir que estamos ante un disco bastante comercial, pero lo afirmo en el buen sentido, en un álbum en el que la tónica general son las melodías accesibles que hacen que la escucha sea sencilla y muy agradable, además de la voz de un Dani Aller que creo que le va cogiendo el punto al tono menos fuerte pero con más rollo y feeling que casa totalmente con estos temas. De todos modos, está claro que ha tomado mucho protagonismo en la banda el guitarrista Manu Seoane, que me da la impresión que esta vez además ha metido bastante mano en las composiciones, que ya digo que son más hardroqueras que nunca, y que a su vez hace un gran trabajo en el disco (con algunos sólos excelentes incluso, como por ejemplo en el final de “Todo empieza aquí” o en “Deseos”).
Eso sí, quizás algunos fans de los primeros tiempos del grupo se queden un tanto desconcertados buscando esos dos o tres temas fiesteros y más movidos que te hacen bailar con el mini de cerveza en la mano en los conciertos, y la verdad es que a pesar del comienzo de “Estaré aquí” o el toque más pegadizo del single, “1º de la ESO” (de la que han grabado un divertido videoclip, por cierto), no lo van a encontrar a no ser que toquen en directo de otra manera el flojo último corte, “Brindemos”, que en el disco es una balada aunque la letra es 100% “sencillo de MÄGO DE OZ”, sí me permitís la broma/guiño. Y es que aunque no me guste la palabra, a veces hay que usarla, y tengo que decir que “El rincón de los deseos” me parece un disco más maduro en ese sentido, y los temas (incluso a nivel de letras) van por otros derroteros.
En concreto me quedo con dos cortes fantásticos como son “Castellae” (para mí el mejor tema del disco) y el medio tiempo “Todo empieza aquí” (con deje casi AOR, pese al suave toque final de la flauta que se mezcla con el sólo de Seoane), aunque está claro que el single tiene mucho rollo también y es un tema que funcionará de lujo en los conciertos. Además, también me han llamado la atención otras canciones como “El monte caído” (hardroquera pero “castellana”, y con un toque melancólico/ecológico que me ha gustado), la movida “Tiempo perdido” (puro hard rock clásico) o un tema suave pero con mucha chispa como es “La tierra se apaga” (también con bonita letra comprometida con el medio ambiente, y una guapa melodía de guitarra como base).
En definitiva, un interesante nuevo trabajo de ARS AMANDI en el que dan un giro a su estilo, adecuándolo a la personalidad actual de la banda, y que estoy convencido de que va a abrir el espectro de seguidores del grupo. Es un disco melódico, comercial y hardroquero, en un paso adelante que demuestra que la banda sigue teniendo ambición y ganas de no quedarse estancados en un cómodo punto de folk metal que quizás ya habían exprimido todo lo que daba de sí. Ahora es el público, su gente, quienes les darán la razón o no con la nueva propuesta, pero al menos la base y la calidad ya está ahí, aunque sea cierto que la caja del disco tenga esta vez las aristas más redondeadas…
David Esquitino (david_esquitino@rafabasa.com)
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Listado de temas del disco:
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