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BE PROG! MY FRIEND: Crónica y Fotos del sábado, con STEVEN WILSON, OPETH, TEXTURES, MAGMA, BETWEEN THE BURIED AND ME, ANNEKE VAN GIERSBERGEN,

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BE PROG! MY FRIEND

Viernes 1 y Sábado 2 de Julio de 2016 – Poble Espanyol – Barcelona

TEXTURES + STEVEN WILSON + OPETH + MAGMA
+ BETWEEN THE BURIED AND ME + ANNEKE VAN GIERSBERGEN PRESENTS THE GENTLE STORM

 

Sábado 2 de Julio

ANNEKE VAN GIERSBERGEN PRESENTS THE GENTLE STORM

La banda liderada por la holandesa de sonrisa encantadora y permamente, Anneke Van Giersbergen, fue la encargada de abrir la jornada del sábado bajo un sol que pegó con justicia. ¡Y de qué manera tan excelente lo hicieron! Los que se esperaban a una Anneke más cándida se encontraron con toda una banda que se mostró compacta y ofreció un repertorio mucho más ‘metalero’ de lo previsto.

Muy bien acompañada de la poderosa vocalista Marcela Bovio (STREAM OF PASSION) y el potente papel a la batería de Ed Warby (GOREFEST), repasaron no sólo temas propios de The Gentle Storm como "Heart Of Amsterdam" o "Brightest Light", sino que cayeron varios referentes de la prolífica carrera de Anneke como "Isis and Osiris" (AYREON) y unas cañeras "Witnesses" (AGUA DE ANIQUE) y "Fall Out" (DEVIN TOWNSEND PROJECT).

No obstante la joya de la actuación fue la recuperada "Strange Machines" de The Gathering que hizo botar a todos los congregados desde primera hora con una Anneke desbocada a la hora de hacer headbanging como hacía tiempo que no la veíamos.

Realmente espectacular y sorprendentemente gratificante la actuación de THE GENTLE STORM, que finalzaron su actuación con la exótica "Shores of India".

Texto y fotos: Carlos Oliver

 


 

BETWEEN THE BURIED AND ME

Los encargados de recoger el testigo con el sol todavía cayendo a plomo sobre el recinto del Poble Espanyol  serían los americanos BETWEEN THE BURIED AND ME, quienes arribaban dispuestos a volarnos la cabeza con su personal mezcla de metal progresivo y  portentosas ráfagas de metalcore. Como ya sucediera en sus anteriores visitas la dupla compuesta por el vocalista Tommy Giles Rogers y el guitarrista Paul Waggoner serían los encargado de comandar las poderosas acometidas  de los de Carolina del norte.

Con un repertorio centrado en el material facturado durante la última década, el quinteto arrancaba con fuerza golpeándonos directamente con «The Coma Machine», cimentando las bases sobre las que giraría su actuación: un sonido arrollador, unos temas rabiosos e incisivos y un frontman con actitud y carisma que se encargó de mover al personal sin  dejar que la fiesta decayera en ningún momento. Sin embargo, el encargado de poner el toque de clase y distinción sería Paul Waggoner, quien se mostró absolutamente implacable, mezclando a la perfección riffs trepidantes y asesinos con ejercicios solistas repletos de virtuosismo.

Sin duda otro de los puntos fuertes de la descarga del combo americano fue el incendiario ritmo que imprimieron a su descarga, alternando sus temas sin apenas darnos tiempo para recuperar el aliento, dejando que cortes de su anterior trabajo como «Extremophile Elite»,  «Telos» o «Bloom», ocuparan un lugar privilegiado dentro del repertorio para conseguir espolear al máximo a una audiencia cada  vez más animada y  entregada.

Aunque pocas pegas se puede poner a la brutal descarga que nos ofrecieron los de Carolina del Norte, los más veteranos seguro que acabaron echando en falta algún recuerdo a su aclamado debut homónimo, ya que la pieza más antigua que nos ofrecieron fue «Selkies: The Endless Obsession», que fue la elegida para  cerrar una descarga que se nos hizo especialmente corta.

Alfonso Díaz

 


 

MAGMA

Como en cada edición del BE PROG! MY FRIEND, los organizadores nos tenían preparada una sorpresa, ya que esta ocasión los elegidos para representar la diversidad y la filosofía innovadora  de un estilo que hunde sus raíces en la mítica década de los sesenta serían MAGMA. Así que mientras los más jóvenes aprovechaban para recuperar el aliento y prepararse para la inminente llegada de Mikael Akerfeldt y sus muchachos, los más veteranos y puristas se afanaban en buscar  una buena ubicación desde la que seguir de cerca y sin perderse detalle la actuación de la formación gala.

Pese a su longeva trayectoria no puede decirse que MAGMA se hayan  prodigado en exceso sobre  nuestros escenarios, ya que la presente significaba su tercera visita a nuestro país, y la primera en la última década.  Sin duda la carrera de MAGMA ha estado marcada por la complejidad y extensión de sus composiciones, el carácter conceptual de sus álbumes de estudio, y por su peculiar forma de  fusionar el jazz, el rock y, sobre todo, por el tratamiento de las armonías vocales como si fueran un instrumento más.

Considerados los padres del Zeuhl, los franceses nos ofrecieron un viaje cargado de melodías étnicas, ritmos tribales y cánticos espirituales evocadores de las culturas afroamericanas,  desplegando a lo largo de sus extensas composiciones todo el bagaje y la experiencia adquirida a lo largo de todos estos años. Pese a ello, su propuesta  no llegó a conectar con una audiencia poco predispuesta a mantener la atención ante una propuesta tan mestiza y compleja.  

En cualquier caso, fueron muchos los seguidores que no quisieron desaprovechar  la ocasión de reencontrarse con una banda mítica. Así que tras disfrutar intensamente de opus como «Theusz Hamtaahk» o «Zombies» no eran pocos los que calificaban su descarga como una de las mejores de esta tercera edición del festival. En definitiva, como suele suceder en muchos casos división de opiniones entre los presentes. Mientras algunos mostraron una absoluta indiferencia por el legado de una banda que camina inexorablemente hacia el medio siglo de vida,  otros saborearon intensamente una de las pocas ocasiones en que los franceses se han acercado a nuestros escenarios para dejar una buena muestra de su peculiar estilo.

Alfonso Díaz

 


 

OPETH

Con todavía en la memoria el buen sabor de boca que dejaron en la primera edición del BE PROG, los suecos volvían a presentarse en el Poble Espanyol como una de las grandes bazas del festival. Los repertorios de OPETH siempre son un misterio. Si es su anterior visita apostaron por un show enérgico y agresivo esta vez fueron más equilibrados en su propuesta y nos obsequiaron con algunos de sus grandes clásicos, temas nuevos y alguna que otra sorpresa no tan habitual.

La hipnótica "Cusp of Eternity" dio inicio al concierto, seguida de una brutal "The Devil’s Orchid", que ya se ha convertido en un tema referente. Esta vez, ´Miguelito’ (nombre ya adoptivo de los fans españoles hacia Mikael Akerfeldt y del cual hizo jarana el propio cantante) estuvo menos comunicativo que en otras ocasiones, aunque no dejó de hacer puntualmente referencias a sus bromas sarcásticas, así como vanagloriar a alguna de las bandas que formaban parte del cartel del festival.

Tampoco faltó el inevitable saludo al público en español por parte del bajista Martín Méndez, de origen uruguayo. Con "To Ride The Disease" y "I Feel The Dark" bajaron las revoluciones sin dejar de dar muestra de lo bien que se desenvuelven en temas pausados y de carácter más acústico.

Volvieron a aumentar los decibelios con "Heir Apparent" con un Akerfeldt desquitándose en sus registros más guturales, recuperaron una excelente "Demon of The Fall" y pusieron el broche de oro a su actuación con posiblemente sus dos temas más emblemáticos, "The Grand Conjuration" y una tremenda "Deliverance", con ese tremendo riff final sincopado que dejó exhaustos al respetable.

Pese a que acabaron su actuación un poco antes de los esperado (no llegaron a las 2 horas previstas), por segunda vez en el Be Prog, Opeth ofrecieron una actuación digna de ser enmarcada en el recuerdo.

Texto y fotos: Carlos Oliver


 

STEVEN WILSON

Hay artistas que con el paso de los años consiguen revestirse de un aurea especial, de un carisma y una  personalidad que les convierten en  auténticos referentes. Si hace tan solo unos meses STEVEN WILSON se presentaba en solitario en la sala  Barts para ofrecer un concierto íntimo  en el  que desgranó su última obra «Hand.Cannot.Erase», en esta ocasión, el genio londinense nos ofrecería un show más dinámico y trepidante, en el que hubo varios recuerdos hacia su etapa al frente de PORCUPINE TREE.

En cuanto  a la formación que le acompañaría sobre el escenario sería la misma que nos visitó el pasado mes de septiembre, destacando especialmente la labor del guitarrista Dave Kilminster, quien dio todo un recital de clase, virtuosismo y feeling, llegando incluso a robarle algún momento de protagonismo a su «jefe». Tampoco cambiaría en exceso el montaje escénico escogido para la cita, con una mesa en el centro del escenario donde se ubicarían unos teclados y un portátil que Wilson utilizaría a lo largo de la velada. En cuanto al repertorio, Wilson optó por dos suites perfectamente diferenciadas. En la primera daría una especial relevancia al material de  su última entrega, desgranando algunos de sus números más vibrantes junto a un cuidado juego de imágenes que ayudarían a seguir la descorazonadora historia de Joyce Carol Vincent. Mientras que  la segunda parte estaría reservada para la nostalgia, rescatando piezas de trabajos anteriores y alguna gema de PORCUPINE TREE.

Con las imágenes de un vecindario proyectadas sobre la gran pantalla que presidia el escenario poco a poco irían apareciendo los músicos en escena para adentrarnos en «First Regret» y «3 Years Older» que serían las encargadas de  crear ese ambiente intimista y mágico que se mantendría durante  esta primera parte del show. Cabe destacar que todo a lo largo de la descarga del maestro británico sonó a la perfección, consiguiendo que todos quedáramos embelesados con la magnificencia de «Hand.Cannot.Erase», lo que propiciaba que la descarga poco a poco fuera creciendo en intensidad.

Aunque teniendo en cuenta la línea argumental del plástico resulta muy difícil destacar algún tema por encima del resto, sin duda me quedaría con los dramáticos  silencios que marcarían «Routine», los rotundos guitarrazos que acabarían provocando el éxtasis colectivo durante la marchosa «Home Invasion», o las oleadas de acida psicodelia del delicioso «Regret #9». Más cercano y comunicativo  que en anteriores ocasiones, Wilson tuvo tiempo para bromear e incluso tirar de ironía a la hora de las presentaciones, tal y como sucedió cuando abandonó por primera vez la línea  conceptual que estaba llevando el show para deleitarnos con una celebradísima «Lazarus».

Tras recibir una estruendosa ovación, el protagonista de la noche se sentaría tras los teclados para liderar a sus compañeros a través de la laberíntica  «Ancestral», que marcaría el retorno sobre el material de «Hand.Cannot.Erase», para acto seguido ejercer como maestro de ceremonias y aunar las voces de todos los presentes durante  «Happy Returns». El último capítulo de la historia estaría reservado para la melancólica y etérea  «Ascendant Here On…»  

Si hasta ese momento la descarga había sido muy similar a la de su anterior visita, sería a partir de este punto cuando Wilson cambió radicalmente de registro y nos sumergió de lleno en las eclécticas ambientaciones que marcarían «Index», que se convertiría en el primer recuerdo hacía su doble de 2011 «Grace For Drowning». La magia no dejaría de fluir intensamente gracias a las  ensoñaciones que nos provocaron las envolventes melodías de «Harmony Korine», que fue acompañada con imágenes de su video-clip.

Aun más atrás en el tiempo, concretamente a la época de «Stupid Dream», nos conduciría  una alargada versión de «Don´t Hate Me», que nos dejaría a  las guitarras de Wilson y Kilminster volviendo a llevar las riendas para redescubrir, una vez más, la faceta más roquera de un Wilson que reclamó nuestra colaboración para ayudarle en los estribillos. El contraste llegaría de manos de la sugerente «Vermillioncore», que volvía a relajar el ambiente antes de que el rugoso bajo de Nick Beggs se encargara de dar el pistoletazo de salida a un rotundo ejercicio de psicodelia que se vería potenciado por un fantástico juego de luces.  Para poner el punto y seguido a la velada volvería a recurrir al material de Porcupine Tree, confiando en   «Sleep Together» para desatar la euforia entre una audiencia que estaba disfrutando al máximo del show.

Para su retorno a escena Wilson y sus muchachos optarían por ofrecernos las dos vertientes de su sonido. Así que mientras la desoladora «The Sound Of Muzak», era la encargada de hacer que toda la audiencia se dejara arrastrar por la potencia y la garra,  «The Raven That Refused To Sing», sería la elegida para cerrar su descarga adentrándonos en tesituras más oscuras e intimistas. En definitiva,  Steven Wilson es a día de hoy uno de los grandes gurus del sonido progresivo, eso nadie lo va a discutir. Pero lo que es cierto es que  gran parte de  culpa de que el genio británico pueda llevar al directo mucho de lo que propone en sus  producciones  de estudio la tiene la excelsa calidad de los músicos que le acompañan en vivo.

Alfonso Díaz

 


 

TEXTURES

Como siempre suele ser habitual en los festivales, después de las descargas más esperadas, -en esta ocasión las de OPETHSTEVEN WILSON-, muchos decidieron dar por concluida  esta tercera edición del BE PROG! MY FRIEND. Afortunadamente, para los que todavía teníamos fuerzas y ganas de  un poco más de acción contaríamos con el concurso de TEXTURES.

Era ya muy tarde, estábamos agotados, pero los holandeses salieron con las pilas bien cargadas y dispuestos a hacernos mover las cervicales intensamente gracias a la potencia que desplegaron en trallazos incontestables como «One Eye Of A Thousand» o  el novedoso «New Horizons», que les sirvieron  para poner de manifiesto su apuesta decidida por unas guitarras poderosas, casi fronterizas con el death y el goove.

Mención especial merece el trabajo de  Daniël de Jongh quien no dejó de recorrer el escenario incansablemente mientras animaba a la gente a seguir sus incendiarias acometidas core. Y es que desde que el vocalista se incorporara a la banda en 2010, gracias a su garra y a su buen hacer como frontman se ha convertido en una pieza clave en los directos de los de Tilburg.

Aunque como era previsible el grueso del repertorio estuvo centrado en su última placa  «Phenotype», del que no faltaron «Illuminate The Trail» o «Zman»,  la banda no quiso dejar pasar la ocasión para repescar viejas favoritas como  «Singularity», extraída de su fantástico «Dualism» de 2011, o para bucear  aun más en su extenso catalogo e incidir en esa rotunda tripleta final que protagonizaron  «Regenesis», «Awake» o la imprescindible «Laments Of An Icarus», que servían para retrotraernos a   la época con el vocalista Eric Kalsbeek al frente.

Potencia, versatilidad y una garra incontestable, fueron las armas que exhibieron TEXTURES para cerrar por todo lo alto y ante unos pocos valientes que resistieron hasta el final esta tercera edición del BE PROG! MY FRIEND. Así que mientras los más noctámbulos encaminábamos nuestros pasos hacia la céntrica Plaza España de la Ciudad Condal ya se empezaban a  escuchar  los primeros deseos y demandas de cara a la próxima edición…, pero para conocer algunos de esos detalles todavía tendremos que esperar unos meses. Así que mientras tanto  paciencia y, no lo olvides, BE PROG! MY FRIEND.

Texto: Alfonso Díaz

Fotos: Carlos Oliver (www.facebook.com/Carlos.Oliver.Music.Photography)

Para ver las fotos a mayor tamaño, pinchar sobre ellas.

 

 

 

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