+ NOCTURNIA + Fiesta Raba Basa
Sàbado 14 de Diciembre de 2019 – Urban Rock Concept – Vitoria-Gasteiz
Nueva cita ineludible para los amantes del Metal, de las últimas del año 2019, la que tuvo lugar en la sala Urban Rock de Vitoria-Gasteiz. No sólo ya por las bandas que conformaban el cartel (del calibre de SARATOGA o NOCTURNIA, ambas con dilatadas carreras musicales a las espaldas) sino que también por la posterior fiesta que nuestro “jefe”, Rafa Basa, tuvo a bien montar tras el bolo. Nos prometió sorteos, camisetas, y regalos variados. Si a esto le sumamos cerveza y rock, el resultado es un fiestón épico, hasta altas horas de la madrugada.
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Pase VIP de SARATOGA
Antes de comenzar la actuación de los Toledanos NOCTURNIA, tuvo lugar la ya habitual actuación del pase VIP de SARATOGA, que congregó allí a un puñado de incondicionales de la banda para tocar algunos temas en exclusiva, como “Mi ciudad” (entre otros). La banda se mostró cercana, como siempre, y respondieron a las preguntas del respetable entre bromas y charlas distendidas. Para finalizar, fotografías y autógrafos para todos, y un muy buen sabor de boca entre los asistentes, que poco a poco fueron “cogiendo sitio” para no perderse nada de la primera actuación de la noche.
NOCTURNIA
NOCTURNIA es una de esas bandas que lleva vida y media batiéndose el cobre y luchando por un sueño. Desde Toledo, llegaron a Vitoria (por primera vez que yo recuerde), para presentar su último trabajo de estudio, “La tempestad”. Y vaya si lo hicieron, puesto que cayeron hasta seis cortes de dicho álbum: Desde la genial “Siempre hay un lugar” que abrió el show, hasta el corte “Cenizas” que lo cerró. Entre medias, “Tempestad”, “Negro sentimiento”, “Hijos de la derrota” y “Héroes de bronce”.
Desde luego, NOCTURNIA son una de las bandas más intensas que he visto en directo, en lo que se refiere al metal patrio. Y eso que a la parroquia Gasteiztarra nos costó como medio concierto entrar al quite y comenzar a interactuar. Pero tras un gran trabajo de su vocalista y frontman Symon, ayudado de manera magistral por sus tres “espadas”, Manu, Javier y César, consiguieron hacer entrar en calor a los asistentes. El sonido, además, acompañó perfectamente a una banda compenetrada, empastada y bien engrasada.
Por cierto y al hilo de los mástiles, fue una grata sorpresa encontrarse sobre las tablas a un histórico del metal nacional como Javier Villanueva (EASY RYDER, NEOMENIA). Desconocía esta nueva etapa suya como guitarrista de NOCTURNIA, así que la sorpresa fue máxima y muy grata. Un genio.
El resto de la banda la forman José Gómez a los teclados y José Roldán a la espectacular batería, cuyo trabajo con las baquetas también fue de sobresaliente durante toda la noche.
Gran parte del peso del setlist recayó igualmente sobre el álbum “Tierra de Cobardes”, representado por temas como “Sin olvidar quién eres”, “Baraka” o “Alza los puños”. La única excepción de la noche fue el gran himno “En busca del tiempo”, único guiño en toda la actuación al pasado de la banda. En mi opinión se trata de un error, ya que los dos primeros discos de la banda contienen auténticos temazos que a buen seguro los fans quieren escuchar.
No obstante y pese a esa pequeña decepción personal por no poder escuchar más composiciones de los primeros años de andadura de la banda, el show se nos pasó volado. Banda y público se divirtieron enormemente, y la sensación general fue muy positiva.
Parece que este último plástico, “La tempestad”, podría devolver a NOCTURNIA a la primera división del rock nacional. Y si no, al tiempo.
SETLIST:
- Siempre hay un lugar (La tempestad, 2019)
- Sin olvidar quién eres (Tierra de cobardes, 2016)
- Baraka (Tierra de cobardes, 2016)
- Mi Voluntad (Tierra de cobardes, 2016)
- Tempestad (La tempestad, 2019)
- Negro sentimiento (La tempestad, 2019)
- Alza los puños (Tierra de cobardes, 2016)
- Hijos de la derrota (La tempestad, 2019)
- Héroes de bronce (La tempestad, 2019)
- En busca del tiempo (En busca del tiempo, 2004)
- Cenizas (La tempestad, 2019)
SARATOGA
Yo ya ha perdido la cuenta de las veces que he visto en directo a esta banda. En mi opinión, son pocas las bandas nacionales realmente grandes dentro del panorama del heavy metal: MÄGO DE OZ, WARCRY, AVALANCH, ANKHARA, TIERRA SANTA, SAUROM… y SARATOGA. Por supuesto, siempre SARATOGA.
Una banda que ha sufrido idas y venidas y múltiples cambios de formaciones, pero que prácticamente no ha parado un solo instante de componer y girar. Siempre han sabido reinventarse y seguir hacia adelante, y eso se lo debemos agradecer a (con permiso, te robo las palabras, Rafa) uno de los mayores luchadores del heavy metal Español: Niko del Hierro. Estamos seguros de que el camino no ha sido fácil, pero probablemente no me equivoco al afirmar que SARATOGA se encuentra actualmente en su mejor estado. Tanto de forma, como de fans. Y más aún sabiendo que los madrileños estaban prácticamente recién aterrizados de una agotadora gira latinoamericana, en la que han dado una serie de conciertos seguidos por Colombia y México.
La sala Urban rock estaba a reventar ya, cuando Tete Novoa comenzaba a exprimir su portentosa garganta con los primeros acordes de “Una vez fuimos héroes”. De todas las veces que he podido ver a este animal, del cual no me cabe duda que ahora mismo es el mejor frontman nacional que tenemos, esta ha sido la vez en la que he visto “perdonar” más agudos al frontman. Desconozco si el ajetreo de la gira Latinoamericana ha tenido algo que ver, pero se le intuía un cierto nivel de cansancio. De todos modos, su actuación siguió siendo absolutamente inhumana, con constantes alardes guturales y agudos imposibles.
Los tres siguientes cortes supusieron todo un puñetazo en la mesa: “A morir”, “No sufriré jamás por tí” y “Maldito corazón”, casi indispensables en cualquier bolo de SARATOGA. Aquí vimos a un Jero Ramiro en su máximo esplendor, disfrutando como un niño de su blanco marfil.
Para cerrar la primera parte del show, otros tres trallazos: “El vuelo del halcón”, “Tres ahorcados” y “Las puertas de cielo”. Justo después llegó el turno para que el otro animal, Dani Pérez, aporrease su batería como si no hubiera un mañana. Personalmente, los solos de batería me suelen asustar un poco, porque el 90% son aburridos hasta el extremo. Solo he visto dos casos, en los que merece la pena realmente apreciar cada uno de los golpes: El de Diego Ruiz de “The Storm”, y el de Dani Pérez, por supuesto. El doble bombo de este chico es de otro puto planeta y no decepcionó.
A su regreso, la banda ofreció un medley de algunas de sus baladas más conocidas, para seguidamente volver a reventarnos la cabeza con “Acuérdate de mí” y sobretodo, una de mis preferidas, “Vientos de guerra”. Este corte para mi gusto, no pasa de moda y siempre es un seguro.
Tras un breve solo de bajo de Niko, la banda comenzó a encarar la recta final del concierto con los temas “Si tu no estás”, y el himno por excelencia, insuperable y magnífico: Resurrección. Y los bises, los de casi siempre: ”Perro traidor”, “El olvidado” y “Como el viento”.
Desde luego, la habilidad que tiene SARATOGA para diseñar los setlist de los conciertos,es envidiable. No en vano, es una banda que cuenta con infinidad de cortes, y hay que saber elegirlos. Vitoria disfrutó enormemente del espectáculo, y a buen seguro se les espera en 2020 por estas tierras.
¡Grandes SARATOGA!
Una vez que los músicos se hubieron retirado, fue el turno para la fiesta de Rafa Basa. De allí no se movió casi nadie, y continuó la fiesta con regalos, camisetas, merchandising y la mejor música pinchada por el mismísimo Rafa. Una pena que a un servidor le tocase trabajar al día siguiente, así que poco a poco, tocaron campanas de retirada.
Texto y fotos: Jon Rivas Delgado
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