+ HYBAN DRACO + CRUZ
Jueves 16 de Febrero de 2017 – Sala Upload – Barcelona
Que una formación haya conseguido mantenerse en activo y editando discos de forma continua durante casi tres décadas no suele ser muy habitual dentro de la escena extrema. Tomando su nombre de una de las composiciones de los maestros Slayer, los suecos NECROPHOBIC siempre han plasmado en sus temas su devoción por el ocultismo, la muerte y, como no, el satanismo, manteniéndose fieles a la filosofía y los patrones clásicos que les han convertido en un referente obligado dentro del género.
"Womb Of Lilithu", que veía La Luz en otoño de 2013, fue la última entrega de los de Estocolmo, así que había muchas ganas de ver a su nuevo line-up en directo, con los retornos del vocalista Anders Strokirk y los guitarristas Sebastian Ramstedt y Johan Bergebäck. Para acompañarles en esta incursión en tierras catalana, Joakim Sterner y sus acólitos contarían con el concurso de dos bandas nacionales. Para abrir la velada contaríamos con CRUZ, mientras que los encargados de amenizar la espera antes del desembarco de las estrellas de la noche serían HYBAN DRACO.
Debo admitir que me sorprendió la inclusión de los barceloneses CRUZ ya que, dejando a un lado la agresividad, su propuesta poco tenía que ver con la de los suecos. Pese a ello, el cuarteto nos ofreció una descarga sólida y compacta, en la que desgranarían los mejores momentos de su primer largo «Culto Abismal», proponiéndonos una sucesión de trallazos rápidos, crujientes y directos que sirvieron para desplegar su sonido deudor de bandas clásicas como ENTOMBED o DISMEMBER, combinando a la perfección sus incendiarios riffs con una base rítmica de esencias crust- punk.
Aunque se mostraron un tanto fríos durante los primeros compases del show, poco a poco se irían entonando, mostrando todo su potencial en temas como «A Cops De Destral» y «La Pitjor De Les Plagues», que les servía para adentrarnos en tesituras más oscuras y apocalípticas. Tampoco faltarían algunas composiciones de estructura más compleja como «La Caza». Pero sin duda los mejores momentos de su presentación llegarían en el tramo final con la propia «Culto Abismal» y la desquiciante «Tumbas Ciclópeas».
Los siguientes en ganar las tablas de una Sala Upload que empezaba a tomar colorido serían lo tarraconenses HYBAN DRACO. A diferencia de lo que sucediera con CRUZ, la propuesta del cuarteto de Alcanar se centró en un death/black técnico, en el que destacarían sus camaleónicas estructuras, su agresividad, y unas rotundas melodías preñadas de épica e intensidad.
Respaldados sobre un sonido abrumador la banda saldría a por todas, funcionando como un auténtico rodillo. Comandados por Hyban Sparda, vocalista, guitarrista y fundador de la banda, que fue sobre quien recayeron la mayoría de las miradas, el cuarteto conectaría rápidamente con el respetable gracias a la intensidad desplegada en temas como «A Long Path» o «God Of Darkness», que nos sorprendía con un fantástico juego de guitarras dobladas que acreditaba sus influencias más clásicas y heavy metaleras.
Algo parco en palabras durante las presentaciones, Hyban se encargaría también de la mayoría de los solos de guitarra plasmando la variedad de su propuesta, haciéndonos transitar desde los ritmos densos y tenebrosos hasta las cabalgadas épicas que marcarían su clásico «Victoris Betrayal», que fue la escogida para rubricar su brillante actuación.
Tras un receso que se acabó prolongando más de lo inicialmente previsto, por fin parecía que todo estaba dispuesto para el último asalto de la noche, el que protagonizarían NECROPHOBIC. Un telón de fondo con el logo de la banda sería todo el atrezo escénico que portarían los suecos, aunque, como era previsible, no faltarían en su puesta en escena: las tachas, el cuero, las cruces invertidas, las muñequeras de clavos…, y demás parafernalia que suelen portar las bandas del género. Ante la expectación de una audiencia que empezaba a impacientarse, una lúgubre introducción serviría para que el quinteto apareciera en escena para desplegar su oscuro halo mistérico con «Splendour Nigri Solis». Pese a la euforia inicial de las primeras filas el sonido no acabó de acompañar, con un volumen insuficiente y excesivamente embarullado, y un bajo casi imperceptible que propició que Alex Friberg permaneciera estático y con cara de pocos amigos durante el tema de apertura.
Afortunadamente todo cambiaria a lo largo de «Dreams Shall Flesh», dejándonos a una banda que lo dio todo sobre el escenario para tratar de encauzar el show y lograr una conexión con sus seguidores que se prolongaría durante toda la velada. Pese a la longeva trayectoria de los suecos, me gustó mucho la elección del repertorio, ya que a lo largo de sus setenta minutos sobre las tablas hubo tiempo para repasar composiciones de todos y cada uno de sus largos. De modo que la elegida para representar a su obra de 2006, «Hrimthursum», sería «The Crossing», que nos dejaba a un Anders Strokirk exultante y perfecto en su papel como frontman, incitando a participar a las primeras filas mientras la tripleta de cuerda se apoderaba del centro del escenario para deleitarnos con una de sus trepidantes acometidas.
La segunda y última mirada que nos propusieron a su ultima entrega «Womb Of Lilithu»», estaría reservada para las ambientaciones ceremoniales de «Furfur», para la que Ramstedt se sumaría a las voces dando una mayor contundencia a las partes más crudas y descarnadas. Con el show inmerso en una clara línea ascendente, que propició que la audiencia coreara en repetidas ocasiones el nombre de la banda, llegaba el momento de que todos aunáramos nuestras voces mientras levantábamos los puños al aire para acompañar el rotundo «I Strike With Wrath», que se convertiría en uno de los puntos culminantes de la noche.
Tras presentarnos el frontman a los actuales miembros de la banda, tocaba sumergirnos en el material publicado durante el pasado milenio con ese alarde de brutalidad extrema y atmósferas opresivas que es "Into Armageddon", para acto seguido encarar la pieza que prestaba título a su segundo largo "Darkside". Como colofón para esta primera parte del show, Anders Strokirk nos emplazaría para acompañarle en el descomunal «Revelation 666», que hacía que la sala se viniera abajo antes de que los músicos desaparecían envueltos entre tinieblas.
Con la gente entregadísima y coreando el nombre de la banda, los suecos reaparecerían acompañados de una lúgubre introducción para hacernos sucumbir definitivamente bajo los diabólicos influjos de "Blinded By Light, Enlightened By Darkness", para acabar abocándonos sobre la visceralidad de "Nailing The Holy One" y una celebradísima "The Nocturnal Silence", que redondeaba su brutal descarga con un jugoso guiño a su trabajo de 1993.
Aunque entre los más fieles de los suecos seguro que hubo quien echo en falta al carismático Tobias Sidegärd, lo cierto es que estos remozados NECROPHOBIC, -con el retorno de varios ex miembros-, ofreció un show intenso, vibrante y, por momentos, apocalíptico, haciendo las delicias de todos los que acudimos para formar parte de su oscuro ceremonial metálico.
Texto: Alfonso Díaz
Fotos: Carlos Oliver (www.facebook.com/Carlos.Oliver.Music.Photography)
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