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ARROW ROCK FESTIVAL – Reportaje

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Arrow Rock



Sábado 30 de Junio de 2007 – BIDDINGHUIZEN (HOLANDA)

Viajar fuera de España para ver un Festival de Rock es algo que todo el mundo debería hacer al menos una vez. No tanto por la obvia comparación con lo que pasa dentro de nuestras fronteras como por lo interesante que resulta compartir experiencias con rockeros de otros países y por supuesto porque un viaje de festival es algo inolvidable. Este año me planteaba cuatro festivales muy seguidos. El primero en Milan, ese Gods of Metal del que ya se dio cuenta en estas páginas y que, no cabe duda, nos defraudó bastante en lo tocante a la organización y los servicios ofrecidos. Los dos siguientes en España: El Bilbao Live y el Monsters of Rock, conocidos y masivamente visitados por los heavys españoles. Y cerrábamos el periplo festivalero en Holanda, asistiendo a un festival de los considerados «menores», no tan conocido como los Sweeden, Grasspop, Bang your Head o Wacken, pero sin duda con un cartel excelente y con el aliciente añadido de celebrarse muy cerca de Amsterdam, una de las ciudades más agradables que pueden visitarse en Europa.

Arrow Rock - Foto: Fernando Checa
Arrow Rock - Foto: Fernando Checa

El cartel de esta quinta edición de Arrow Rock Festival se mostraba muy enfocado a clásicos más cercanos al Hard Rock que al Heavy, pero la calidad y lo atractivo de los nombres no puede dejar indiferente a nadie: Tesla, Thin Lizzy, Steve Vai, Europe, Scorpions, Toto, Aerosmith… entre otros. Así que el viernes 29 de junio partimos a la ciudad de los tulipanes con la misma ilusión que la primera vez que uno se enfrenta a un festival. Viernes de turismo en una ciudad que, insisto, merece ser visitada. Tolerante, bonita, pensada para disfrutar descubriendo sus rincones. Un aperitivo excelente que nos prepararía para un sábado fantástico de Rock and Roll.

El Arrow Rock Festival se celebraba en una pequeña ciudad situada a unos 70 kilómetros de Amsterdam, Biddinghuizen. No resultó difícil dar con ella dada la amabilidad de aquellos a los que preguntamos y en menos de una hora nos plantamos en los accesos al festival. La primera sorpresa era observar la entrada de cientos de coches a un gigantesco aparcamiento, perfectamente ordenado por decenas de miembros de la organización. El entorno ayudaba, puesto que al lado de donde se celebraría el concierto existe un gran parque de atracciones y el parking ya estaba habilitado, aunque ciertamente a lo largo del día se producirían retenciones al optar mayoritariamente los asistentes por el coche como forma de transporte.

Arrow Rock - Foto: Fernando Checa
Arrow Rock - Foto: Fernando Checa

Colas en la entrada, que nos avisaban de que el evento iba a ser masivo, y constatación de que los asistentes iban a ser absolutamente variados. Familias enteras, mucho «pureta», mezclados perfectamente con Heavys cargados de parches y largas melenas. Mínimos problemas para entrar en un festival en el que no había pulsera identificativa salvo para los que estaban acampados. Mostrar la entrada en la puerta y adelante.

Nada más introducirnos en el recinto nos encontramos la primera sorpresa agradable. Un espacio inmenso, perfectamente acondicionado para dar cabida a miles de personas, con una cantidad de puestos de comida y bebida como jamás habíamos visto en un Festival. Taquillas para comprar la «moneda» del festival, unas fichas a razón de 2.20 € cada una, y rapidez asombrosa en la gestión de todas las transacciones.

El día amenazaba lluvia, y por eso cuando vimos el primer escenario, situado en una inmensa carpa nos alegramos. Al menos no nos calaríamos hasta los huesos, algo que a la postre no pasaría ya que el clima nos iba a respetar durante toda la jornada. Apenas nos dio tiempo para ver mucho más, ya que a la 1 de la tarde, con una puntualidad impecable aparecían TESLA en el escenario. Unos TESLA que teníamos unas ganas inmensas de ver, ya que hacía tiempo que no disfrutábamos con ellos y que se iban a convertir en uno de los grandes triunfadores del festival. Desde el primer momento Jeff Keith nos demostraría que su pose macarrilla y vacilona no iba a estar reñida con una forma de cantar auténticamente preciosista. Con un sonido técnicamente perfecto, un juego de luces muy bonito que mejoraban la presencia escénica de la banda, y un grupo perfectamente acompasado en directo, conscientes de la responsabilidad que suponía abrir un festival en el que el público podría ser muy crítico con ellos.

Arrow Rock - Foto: Fernando Checa
Arrow Rock - Foto: Fernando Checa

Comenzaron su set con «Cumin´atcha live» y en pocas veces he visto a un grupo hacerse con los miles de personas que ya abarrotaban la carpa. Y es que con temas como «Into the now» y «Modern day cowboy» era imposible no dejar de bailar. Frank Hannon inmenso en su labor con la guitarra y una banda que recupera el sonido más hard rockero en directo. «Love song» y «Miles away» iban a ser otros temas que nos pondrían los pelos de punta y los recuerdos a «Freedom Slaves» nos llevarían a coincidir en que no podemos dejar de ver a los de Sacramento cuando vengan a tocar a España. El tiempo, medido para todos los grupos, les exigía terminar. Y desde el lateral del escenario así se lo hacían saber a Jeff, que no parecía nada satisfecho con tener que cerrar el concierto con un set tan corto. De hecho, ante la obligatoriedad de hacer un tema más, ni cortos ni perezosos se hicieron un «medley» con el inicio de la canción de FOGHAT «I just wanna make love to you» y «Signs» para jugársela a la organización y así tocar las dos canciones que ellos querían. El público entregado y una sonrisa bobalicona en nuestra cara dejaban claro que el comienzo no podía ser mejor.

Tras una visita rápida a una de las múltiples barras en las que servían la cerveza con un ingenioso artilugio que permitía llenar los vasos de seis en seis, haciendo que la espera fuera mínima, y boquiabiertos por lo curioso de algunos puestos de avituallamiento (enormes vasos de fruta no es habitual por nuestro país), nuevamente nos volvíamos a la carpa para ver el concierto de THIN LIZZY. Hacía un par de semanas que les había visto en Milán en medio del diluvio universal y aun así les disfruté muchísimo, de forma que tenía ganas de repetir. Nada más comenzar la sorpresa ya esperada. Marco Mendoza no era el bajista. Algo que a tenor de las cancelaciones de las últimas fechas era previsible.

Inicialmente el concierto resultó un poco frío. Y eso que la asistencia en la carpa era aun superior a la actuación de TESLA. Como siempre, todas las miradas pendulaban de un inmenso John Sykes, por el cual parecen no pasar los años, elegante y con una voz que cada día es más parecida a la del añorado Phil Lynott y Scott Gorham que vive una segunda juventud y se complementa fantásticamente con el rubio Sykes. Por supuesto, el tercer miembro imprescindible del grupo, Tommy Aldridge, una máquina de reventar tambores que es, por sí solo, un espectáculo. Gran banda para hacernos disfrutar con clásicos de la historia del Hard Rock.

Arrow Rock - Foto: Fernando Checa
Arrow Rock - Foto: Fernando Checa

Si bien el concierto no había comenzado todo lo potente que nos hubiera gustado, ya fuera por el calor de un público cada vez más entregado, ya fuera por sentirse confiados en el buen hacer del nuevo bajista, lo cierto es que a partir de «Don´t believe a word» empezaron a sonar mucho más conjuntados y se fue viendo a Sykes mucho más metido en su papel de frontman. Con «Cold sweet», el recuerdo especial como siempre para el maestro Lynott y participación absoluta en temas como «Are you ready» o Bad Reputation»».

Manteniendo los horarios, el concierto acababa, pero la petición de un nuevo tema fue tan rotunda que volvían a salir para tocar «Rosalie» y una preciosa versión de «Black Rose». No había tiempo para más, salvo para reconocer que THIN LIZZY siguen siendo inmensos, y que si bien, teñidas de nostalgia, sus canciones siguen poniéndonos los pelos de punta.

Tras el parón aprovechamos para merodear por el recinto del festival alucinados por la enorme diversidad de asistentes. Es cierto que no había Metal Market, aunque sí algunos puestos de discos con auténticas perlas a muy buen precio. Curiosidades como una caravana en la que in situ cosían el parche del evento en cazadoras, y zonas de descanso al borde de un lago precioso que permitían que la fiesta del Rock en Holanda tuviera cierto aire de picnic metalero.

STEVE VAI era el siguiente grupo que nos hubiera gustado ver, pero al solaparse con el inicio de SCORPIONS nos obligó a decidirnos por los germanos. Tan sólo escuchamos su comienzo y poco podemos contar de su actuación, salvo que la carpa en la que él también tocaba estaba llena hasta la bandera.

Camino al escenario grande con parada para retomar fuerzas en el puesto de cócteles (tomarse una caipiriña viendo a SCORPIONS era algo que no podía dejarse pasar), y listos para ver a una banda que suele derrochar entrega en todas sus actuaciones. Esta ocasión no fue diferente, aunque por desgracia se iba a convertir en el concierto más flojo de todos los que veríamos. Calcando el set list de Milán, que a la sazón es el que están haciendo en todos los festivales, el sonido que arrancaba «Hour I» dejaba bastante que desear. Al principio pensamos que podría ser por no estar muy cerca del escenario, pero según fueron pasando los temas nos daríamos cuenta de que poco mejoraría.

Aun así, el sonido podría haber sido salvable de haber obtenido una respuesta más cálida por parte de los asistentes. Pero esta no se produjo hasta terminar su actuación. Dio igual que corrieran por la larga plataforma que se introducía hasta casi la mitad de los asistentes. A poca gente parecía importarles tener a Rudolf, Klaus o Mathias tan cerca. Dio igual que descargasen temazos como «Blackout» o la tan querida en nuestro país «Dinamite». Poca gente coreaba las canciones o hacía el mínimo movimiento que demostrase estar disfrutando con la banda. De no haber sido SCORPIONS hubiéramos podido pensar que se tratase de una curiosidad más que de una banda tan consagrada. Y el caso es que con ellos la asistencia fue absolutamente masiva, pero habrá que pensar que en Holanda, al igual que en la mayoría de Europa, el seguimiento de los conciertos no tiene nada que ver con el que hacemos en España.

Arrow Rock - Foto: Fernando Checa
Arrow Rock - Foto: Fernando Checa

Faltó «Holidays» sustituida por «Humanity» que sonó algo mejor, y tal vez «3 2 1» movió un poco más a un público que realmente sólo cantó a los acordes de «Still loving you». «Rock you like a hurricane» nos llevó al final gritando como descosidos los españoles, a los cuales todo el mundo miraba. Pero qué se le va a hacer. SCORPIONS son muy grandes y estoy convencido de que si el público se hubiera entregado más su concierto habría sido mucho más atractivo.

Concierto normalito, en definitiva, en el que no se puede negar que al menos lo intentaran y sudaran la camiseta como sólo ellos saben hacer. Habrá que esperar a la siguiente ocasión para verles ante un público más entregado y que sepa valorarles en su justa medida.

El concierto de SCORPIONS coincidió casi completamente con el de EUROPE de manera que nuevamente tuvimos que renunciar a una de las bandas que nos interesaba ver. Tan sólo pudimos escucharles un poco y con los españoles con los que hablamos nos confirmaban que la voz de Tempest no había estado a la altura que se esperaba, pero ya que no les vimos no podemos contar nada más

Y es que en pocos minutos comenzaba el show de la banda que a priori menos me interesaba musicalmente pero que debido a que no les había visto nunca, no me podía perder. No soy fan de la música de TOTO, pero todo el mundo con el que había hablado me decía lo mismo: sería una herejía perderse a uno de los más grandes grupos que ha dado el AOR en su historia. Y visto lo visto tengo que estar de acuerdo. Calidad a raudales. Clase mayúscula. Técnica impecable. Sonido de 10. Incluso para un amante de sonidos más duros como yo, Lukather y compañía es imposible que le dejen impasible.

Con una puesta en escena muy sobria, destacaba la enorme estructura de teclados de Greg Phillinganes, inmenso músico que acompaña a TOTO incorporando una calidad y una clase excelente a sus composiciones. Tampoco desmerecía en absoluto el gigantesco kit de batería de Simon Phillips, uno de los mejores percusionistas que pueden verse en estos momentos. Y por supuesto la presencia de Leland «Gandalf» Sklar, bajista de larguísima barba, excelente músico de sesión que hizo las delicias de los asistentes con su forma serena de atacar las cuatro cuerdas y el buen rollo que generó en el escenario.

A la guitarra un mágico Steve Lukather maravilló a propios y extraños. Y es que uno está acostumbrado a grandísimos guitarristas, pero Lukather es la sobriedad y la limpieza llevada a las seis cuerdas de una guitarra. Excelente como guitarrista y el contrapeso perfecto de la voz de Bobbie Kimball que, si bien sigue siendo una de las más reconocibles del AOR, también hay que decir que nota el peso de conciertos y acabó quedando muy tocada. Ya a la mitad del concierto se veía a Kimball muy tocado y sus desapariciones al backstage fueron constantes. Aun así se le veía feliz, y en los momentos más complicados la ayuda del público, esta vez mucho más comprometido que con SCORPIONS, le llevaron en volandas.

El sonido fue excelente, y aunque su música no esté creada para saltar, era inevitable dejar de mover la cabeza al ritmo que marcaba una banda tan excepcional. Sonaron sus clásicos como «Rosanna», «Stop loving you» o por supuesto la coreadísima «Hold the line». Tampoco faltó «Pamela» y «Africa», de manera que cuando tras una hora y cuarto de concierto se retiraban, incluso los más escépticos quedábamos satisfechos. Habíamos asistido a la máxima cumbre de la elegancia en el Rock and Roll y sólo con eso ya valía la pena.

Quedaba una banda para cerrar el festival, y eso que no eran ni tan siquiera las nueve de la noche. Se nos hacía raro haber asistido a varios conciertos y estar ya en el epílogo cuando todavía era de día, pero por otro lado también eso significaba que no estábamos tan cansados como temíamos. Y además lo que quedaba era el plato fuerte. Lo que había inclinado la balanza para acercarnos al Arrow Festival, los ansiados AEROSMITH.

Mucho había llovido desde la última vez que viera a AEROSMITH en directo. Y han pasado varios discos de la banda poco o nada interesantes desde entonces. Es cierto que las crónicas siempre hablaban de ellos como la esencia del Rock and Roll chulesco y barriobajero, pero no nos vamos a engañar, el tiempo pasa para todos y sí que había algo de miedo por saber qué nos íbamos a encontrar.

Creo que esa tensión se reflejaba entre todos los asistentes. Para ese momento ya estábamos todos atentos al escenario principal. Deberíamos sumar unas 30.000 personas. Tal vez más. No soy bueno contando multitudes, pero indudablemente éramos muchos. Y aun de día, las pantallas, dos a los laterales y otra inmensa al fondo del escenario, comenzaban a funcionar. Vídeos de la banda, mezclados con fragmentos de sus canciones más conocidas electrizaban poco a poco el ambiente hasta que de pronto con los acordes de «Love in an elevator», hacían su aparición en escena. Steve Tyler tocado con un gorro vaquero y con unas enormes gafas que le cubrían toda la cara. Joe Perry con camisa y una corbata atada como sólo una estrella del rock puede llevar. Y el resto de la banda. Los mismos de siempre: Kramer, Hamilton y Whitford permaneciendo con un papel menos protagonista pero conscientes de que la base hard rockera de AEROSMITH descansa en buena parte sobre ellos.

¿Queríamos clásicos? Pues qué mejor que arrancar el «Same Old Song and Dance» del viejo disco «Get your wings». 33 años nos contemplaban. Así era fácil comprender la emoción de tantos rockeros luciendo canas y recordando viejos tiempos. Eso sí, que nadie piense que no han actualizado la versión. Sonó como si la acabaran de grabar, al más puro estilo de la banda, y perfectamente actualizada al momento actual. «Cryin´» y «Eat the rich» iban a volvernos a la época en la que la banda comenzó a vivir su renacimiento, a comienzos de los noventa. Momentos en los que MTV se fijó en aquellas ovejas descarriadas y se pusieron de moda. Aunque viendo la actitud de los chicos uno podía olvidar todo lo popular que nos quisieran vender. Tyler acabó lanzando las gafas al público con la mayor de las chulerías y sus movimientos espasmódicos no impidieron que mantuviera una voz sobresaliente. Increíble la forma de recuperar hacia los agudos más altos, y apoteósica su manera de levantar al público. Grande, muy grande también el sonido de la guitarra de Perry. Los dos fruto de todas las miradas y perfectos en su papel de estrellas macarras e irreverentes.

Arrow Rock - Foto: Fernando Checa
Arrow Rock - Foto: Fernando Checa

Recuerdo también para «I don´t want to miss a thing» para mí uno de los temas más flojos del grupo, por mucho que les diera a conocer a todo tipo de audiencias con su inclusión en la banda sonora de «Armaggedon». Aun así fue uno de los temas más aplaudidos y es que ya hemos comentado que el público era muy variado y tal vez en extremo complaciente. Tras «Jaded» y una más que correcta versión de «Baby please don´t go» que yo habría cambiado por escuchar alguno de los clásicos que se quedaron en el tintero, tocó el momento más suave de la noche. Solos, al final de la plataforma que les llevaba entre el público, set list acústico con «Hangman Jury» y «Seasons of Wither». Pequeño bajón de la tensión del concierto que por fortuna se recuperó con la que para mí es la Canción: «Dream on». Nos desgañitamos cantando el archiconocido estribillo y disfrutando del grupo correr por el inmenso escenario. Y de ahí a «Livin´on the edge» que sonó absolutamente salvaje y perfecta. Una maravilla que volvió a emocionarnos a todos.

«Stop messin´ around» nos puso sobre las tablas a Joe Perry a la voz, disfrutando con el rock and roll como sólo a él le gusta, y con Tyler tocando la armónica en su acepción más blues, micrófono de bola incorporado. «Sweet emotion» y «Draw the line» iban a abundar en esa línea de blues salvaje, con Joe Perry desaforado, situando su guitarra semitransparente en el suelo y despojado de la camisa, golpeándola con ella. La locura que nos acababa llevando al final, precedido por unos divertidos dibujos animados de la banda en las pantallas y con una breve pero intensa interpretación de «Walk this way», y con la certeza final de que se iban a quedar en el tintero clásicos como «Dude looks like a lady» o «Janie´s got a gun», imperdonable que no estuvieran en el set list. No obstante, tras noventa minutos exactos de concierto, la sensación de haber asistido a un espectáculo grandioso nos invadía. El sonido había sido espectacular. La entrega de la banda, grandísima. La respuesta del público, mucho más cálida que en los anteriores conciertos. Y, en definitiva, habíamos logrado volver a disfrutar del mito vivo.

La salida del recinto supuso algunos problemas para la organización. Desalojar miles de coches tiene su dificultad, aunque con la felicidad que llevábamos encima tampoco nos importó demasiado. Los cinco que habíamos viajado hasta Holanda estábamos en estado de shock. Habíamos asistido a algo muy grande.

Nada más me queda que agradecer a mis buenos amigos Javi e Inma, a nuestro querido forero Jondalar y a Juanma López el haber hecho con su compañía aún más grande el festival. Juanma incluso tuvo la paciencia de anotar el set list de todas las bandas que vimos. No podemos ofreceros muchas fotos ya que fue imposible meter una cámara mínimamente profesional, pero al menos podéis observar algunas instantáneas de lo que vivimos en el recinto del Arrow.

La época de festivales se acerca a su final, con el permiso de la cita obligada en Wacken. No obstante es momento de empezar a pensar en donde viajar el próximo año, y desde ya puedo decir que la cita holandesa tiene todas las papeletas para estar entre nuestras favoritas.

Texto y fotos: Fernando Checa

Para ver las fotos a mayor tamaño, pinchar sobre
ellas.

SET LISTS

TESLA

  • Cumin’ atcha live
  • Into the now
  • (tema de Bust A Nut) (?)
  • Modern day cowboy
  • Love song
  • What you give
  • Miles away
  • Heaven’s trail (No way out)
  • Freedom slaves
  • I just wanna make love to you – Signs

THIN LIZZY

  • Jailbreak
  • Waiting for an alibi
  • Don’t believe a word
  • Cold sweat
  • Are you ready
  • Southbound
  • Massacre
  • Still in love with you
  • Bad reputation
  • Drums solo
  • Suicide
  • Cowboy song
  • The boys are back in town
  • Rosalie
  • Black rose

SCORPIONS

  • Hour I
  • Bad boys running wild
  • Love’em or leave’em
  • The zoo
  • Coast to coast
  • Humanity
  • Tease me please me
  • 321
  • Bass-Drums solos
  • Blackout
  • Big city nights
  • Dynamite
  • Still loving you
  • Rock you like a hurricane

TOTO

  • Gypsy train
  • Caught in the balance
  • Pamela
  • Bottom of your soul
  • Falling in between
  • Rosanna
  • Stop loving you
  • Hold the line
  • Drag him to the roof
  • Africa

AEROSMITH

  • Love in an elevator
  • Same old song and dance
  • Cryin’
  • Eat the rich
  • I don’t want to miss a thing
  • Jadded
  • Babe please don’t go
  • Hang man jury
  • Season of wither
  • Dream on
  • Livin’ on the edge
  • Stop messing around
  • Sweet emotion
  • Draw the line
  • Walk this way


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