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HELLOWEEN – Keeper of the Seven Keys / The Legacy

28 septiembre, 2005, 4:36 am

1988. Descubro 2 discos que se convierten en mi música durante semanas. Una y otra vez van sonando en mi cadena de música. Pongo uno, pongo el otro. Con estilos diferentes, con objetivos distintos, pero ambos llegando al fondo de mis oídos de forma machacona y sin cesar, repitiéndose y sin llegar a cansar. El primero de ellos, aquel «And justice…» de METALLICA que daba una vuelta de tuerca a todo lo que había escuchado de ellos anteriormente. El segundo, el «Keeper of seven keys, part II». Perfecta continuación a su primera parte y que de forma continua hacía que mi ánimo se levantase, se enervase y no pudiera dejar de mover la cabeza ni de saltar.

17 años después sigo disfrutando con HELLOWEEN. Criticados por la falta de continuidad en algunos de sus trabajos. Tocados irremediablemente por las bajas en su formación, especialmente en lo que respecta a los señores Hansen y Kiske, pero con un hueco en mi corazón, siempre. Sus últimos trabajos no me han acabado de convencer, aunque siempre he estado esperando, supongo que como muchos fans, que volvieran a recuperar el sonido que les llevó a la cumbre, que creó escuela.

Y llegamos a 2005 y aparece en el horizonte la posibilidad de sacar a la calle la continuación de su disco más mítico. Los rumores se acrecientan y lógicamente la duda de si podrá acercarse a los Keepers, al menos en calidad musical, en giro a su carrera, en vuelta a la primera línea del Heavy Metal mundial. Ríos de tinta se han escrito antes de su salida, y seguramente se seguirán escribiendo según vaya siendo un disco más escuchado, pero mucho me temo que dentro de 17 años no hablaremos de este disco como hoy lo hacemos de aquel puñado de canciones que un día nos sorprendieron, nos enamoraron y nos acompañaron hasta hoy mismo.

The Legacy es un gran disco. Un puñado de buenas canciones, perfectamente construidas, mejor producidas y con momentos de sobresaliente alto, pero adolece de algo. Puede ser la frescura de aquellos finales de los ochenta, puede ser la larguísima duración del trabajo, puede ser que nuestros oídos piden algo diferente, pueden ser tantas cosas… Tras decenas de escuchas, con cascos, sin ellos, más alto, más bajo, completo, temas sueltos, creo que el resumen se podría hacer en la portada misma. Se parece a los primeros «Keepers» pero todo ha cambiado, es oscura, digamos que más artificial, menos viva.

La primera vez que oí el disco me di cuenta de que era imposible hacer una comparación. Tampoco vamos a ser ingenuos. Es mucho tiempo y me parece correcto usar el pasado como herramienta promocional. Es su legado, desde luego y tienen todo el derecho del mundo a hacerlo. De forma que me centraré en lo que «The Legacy» puede suponer a los HELLOWEEN de 2005, ya que a fin de cuentas hemos de mirar hacia delante. El pasado está ahí, y desde luego todos los que quieran disfrutar los «Keepers» pueden hacerlo.

Largo, muy largo, excesivamente extensa la duración de un disco que de no ser porque algunos de sus temas parecen haber sido incluidos a modo de relleno podría haber quedado perfectamente en un disco sencillo. Pero bueno, al menos no se podrá decir que los alemanes no han tratado de demostrar que trabajan, y por cierto, cada día más conjuntados, lo que es una buena noticia.

Tampoco me parece muy adecuado el orden de las canciones. «The king for a 1000 years» es un gran tema, sin duda. Repleto de matices e incluso de guiños a los dos «K», pero no es el tema con el que uno esperaría abrir un disco de HELLOWEEN. Suave en su comienzo y creciendo en intensidad. Andi Deris hace una declaración de intenciones. El es el cantante del grupo, pese a quien le pese y desde hace más años que el adorado Kiske. Canta a su estilo, sin forzarse, destilando buen gusto y mostrando mucho más poder vocal del que a veces parecemos empeñados en darle. Cambios de ritmo, baterías que van aumentando su ritmo progresivamente, con un estribillo que acaba enganchando. Momentos épicos con grandes coros, ambiente ensoñador. Alguna vez he hablado de compendios de power metal alemán, aunque aquí lo tenemos todo. Y hecho por unos de sus inventores. Pero insisto, me hubiera gustado que «The King…» hubiera cerrado el disco, en vez de abrirlo.

«The invisible man» fue uno de los temas que más me costó digerir. Especialmente la primera parte del mismo, aunque sin duda mejora según va avanzando. Eso sí, el sonido es genuinamente HELLOWEEN , de los últimos años, por supuesto. Matices, de nuevo. Partes de la guitarra de Weikath que nos retrotraen al pasado, pero los parones que van jalonando el tema no me acaban de gustar. De nuevo tampoco creo que sea el tema más idóneo para ir creando atmósfera dentro de un disco de HELLOWEEN .

«Born of the judgment day» es happy. Sin duda que lo es. Y no entiendo que nadie se rasgue las vestiduras por ello. Este es el grupo que inventó el Happy Metal, luego me apetece verles haciendo y tocando lo que me llevó a fijarme en ellos. Será simple, pero es un tema que de alegre lleva a pensar ahora sí en los «K» (a los que vuelvo dado que ellos mismo son los que tratan de emular). Rápido y feliz, con un trabajo de Markus encomiable. Divertido y sin más. A veces no se necesita más.

«Pleasure Drone» continúa en la línea feliz y alegre del tema anterior. Especialmente pegadizo de nuevo vuelve a ser el estribillo y creo que la parte solista es de lo mejor de la primera parte del disco. Las guitarras son excelentes y de nuevo es un tema notable. Enlazado con «Mrs God» seguimos en la vertiente más happy. Hombre, no es un «Dr Stein» pero si esta última nos hace pasar tan buenos ratos, cómo vamos a criticar ahora lo «feliz». Y con «Silent Rain» sigo manifestando mi sorpresa ante la forma de cantar de Deris. Uno de los temas que vuelven a recordar a las claras al K-II. Especialmente en el riff de guitarra. Pero que hace mover las piernas y la cabeza, de eso no cabe duda.

El segundo CD se abre con «Occasión Avenue». Desde luego la ocasión es perfecta para recordar pequeños trozos del pasado de la banda. Tan perfecta que la segunda vez que puse el disco acabé quitándolo y poniéndome los dos «K». Bueno, al margen de esa distracción, el tema me parece una canción especialmente difícil. Tanto por la mezcla de un riff brutal como por el tono que impregna todo el tema. De nuevo grandes coros, guitarras rápidas y una voz que sube, sube aunque ahí se muestra hasta donde puede llegar. Tampoco debemos engañarnos. Largo, extenso tema pero interesante. A descubrir lentamente.

«Light the universe» es la balada que corresponde al disco. Con la ayuda de Candice Night la mujer de Ritchie Blackmoore que presta su voz a un tema para mi gusto un poco soso y que tampoco aporta demasiado. Eso sí, la voz de Andi parece encontrarse perfectamente en tonos como este.

«Do you know what you´re fighting for» es otro de los temas que me ha dejado bastante frío. Tal vez se aleja bastante del sonido clásico de HELLOWEEN , o muestran nuevos derroteros a seguir, pero es una de esas canciones que creo hacen el disco más amplio, y aportan poca cosa. «Come alive» vuelve a mostrarnos a un Deris compositor feliz en su papel. Otro tema poco agraciado bajo mi punto de vista. Los toques modernillos de las guitarras en algunas partes son perfectamente salvables e incluso ese «pí, pí». Flojo, muy flojo.

«The shade in the shadow» trata de recuperar de nuevo un poco el ritmo, pero tampoco acaba de conseguirlo a mi parecer, aunque «Get it up» sí que nos devuelve a los HELLOWEEN felices, otro tema alegre que de tan oculto entre tantas canciones mucho me temo quedará casi olvidado. De acuerdo que compositivamente no es un dechado de dificultades, pero suena bien, suena muy bien…

«My life for one more day» cierra el disco. Y es un buen epílogo. De nuevo recuerda a momentos keeperianos, incluso a momentos anteriores. Es un tema que respira HELLOWEEN por los 4 costados y se agradece semejante final. Grande de nuevo, y un más que correcto final.

En definitiva, y tras esta crítica tan larga, un buen disco, mucho más que correcto. Este «The Legacy» devuelve a HELLOWEEN a la primera línea. De hecho nunca se fueron, pero con este «The Legacy» muestran que están más vivos que nunca. No puedo compararlo con los «Keepers», es imposible. «Keepers» hubo dos y son como la primera trilogía de «Star Wars», por mucho que se intente, no pueden ser mejoradas. Y estoy seguro que alguno dirá, «bueno, es que no hay comparación posible». No, sin duda. Pero también puedo responder que cuando escuché la primera vez el primer disco de MASTERPLAN casi lo toqué. Casi sentí lo mismo que en aquel lejano 1988. Una lástima que esta vez no haya sido igual. Pero seguiremos esperando, toda continuación genera secuelas, y quien sabe…

Fernando Checa

Track List:

CD 1